Hasta hace dos años, muchas personas alrededor del mundo desconocían la localidad de Borja, cerca de Zaragoza en España, pero un infructuso trabajo de restauración a la pintura Ecce Homo, generó críticas y burlas hacia Cecilia Giménez, la encargada de la labor y quien puso en boca de todos a la comunidad.
Pero ahora, las cosas parecen haber cambiado para el pequeño pueblo de cinco mil habitantes, pues la economía local se ha reactivado con la visita de miles de personas a la iglesia de Borja para apreciar la pintura.

Una ciudad, y no una pintura restaurada, es el titular del reportaje que el New York Times le dedicó a la población. La nota señala que desde la noticia de la restauración del Cristo de Borja, el pueblo ha sido visitado por miles de turistas curiosos que llegan para apreciar la obra.
Para acceder a ella, cada visitante debe pagar un euro al Santuario de Misericordia, donde se encuentra el lienzo pintado en la década de 1930. Un estimado del medio estadounidense, 150 mil personas de todo el mundo ya habrían visto de primera mano la obra.

El alcalde de la comunidad, Miguel Arilla, afirmó que el turismo ha crecido tanto que se han visto beneficiados los restaurantes y dos museos que hay en el pueblo, como el Museo de la Colegiata de Borja, que contiene una colección de arte religioso medieval con unas 70 mil visitas anuales.

Cecilia Giménez, al conocerse la noticia de su intento de restauración, por la que fue criticada, dijo que se sentía mal. “Decían que estaba loca, que era una vieja que había destruido una pintura que costaba mucho”, comentó.
Ahora diseña las etiquetas para dos bodegas de vinos con la imagen actual del Cristo de Borja y mucha gente acude a conocer sus obras.
Ecce Homo de Borja pasó de restauración fallida a milagro económico: Pueblo de Zaragoza (España) atrae a miles... http://t.co/jaNDNbvPTH






