Hace nueve años que las autoridades buscan en Long Island, Nueva York, al asesino en serie responsable de la muerte de hasta 17 personas, la mayoría mujeres, sin que hasta ahora tengan éxito.
La primera de la serie fue Maureen Brainard-Barnes, de 25 años. Desde julio de 2007 que nada se supo de ella.
Una gélida noche de diciembre de 2010 el servicio del 911 recibió una aterradora llamada de auxilio emitida Shannan Gilbert, por una jovencita de 24 años.
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"¡Quieren matarme!", gritó la mujer. Esa fue la última vez que Shannan fue escuchada y sin dejar rastro en las playas de Gilgo Beach.
Días después, un policía que buscaba a la muchacha ayudado por un perro, encontró restos humanos envueltos en manta, pero no eran los de Shannan.
Lo que sucedería después sería mucho más aterrador: los cuerpos de otras tres personas fueron descubiertos, todos ubicados cerca y envueltos en una manta. Ninguno era el de Shannan.
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El macabro hallazgo provocó una cacería para determinar lo que estaba pasando en aquel sector de las costas de Long Island. Finalmente el 13 de diciembre de 2011, un año después de la aterradora llamada, la policía encontró los restos de Shannan en un matorral de la playa. Presentaba señales de asfixia.
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Desde entonces, la policía realiza una verdadera cacería en búsqueda del responsable, que en total, podría haber asesinado hasta a 17 personas. La investigación ha sido clasificada como "uno de los casos de más alto perfil" en la historia de Long Island.
* Con datos de Univisión y La Vanguardia
