Cristiano Ronaldo celebra el cuarto gol del equipo y el tercero en su cuenta personal. (Foto: EFE)
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El defensa del Real Madrid, Sergio Ramos, cae ante la entrada del centrocampista del Shaktar Donetsk, Taras Stepanenko. (Foto: EFE)
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El delantero portugués del Real Madrid, Cristiano Ronaldo, tras batir de penalti al guardameta del Shakhtar Donetsk, Andrey Pyatov. (Foto: EFE)
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El delantero portugués del Real Madrid, Cristiano Ronaldo, celebra ante sus compañeros, el francés Karim Benzema y el brasileño Marcelo, el segundo gol del equipo. (Foto: EFE)
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El defensa del Real Madrid Cristiano Ronaldo celebra con su compañero Isco el tercer gol marcado al Shakhtar Donetsk durante el partido de la primera jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones. (Foto: EFE)
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Cristiano Ronaldo, con dos goles de penalti y un tanto de cabeza, rentabilizó el tedio en el que se instaló el Real Madrid para doblegar por 4-0 al Shakhtar Donetsk, incapaz de superar un error garrafal de su portero Andriy Pyatov y otro del árbitro Ivan Bebek al pitar un penalti inexistente en la segunda diana madridista.
Esos detalles marcaron el paso del Real Madrid en su primer partido en la Liga de Campeones 2015-16.
El Shakhtar, que no disparó a puerta en ninguna ocasión, solo pudo marcar con una cesión de Varane que controló Keylor Navas y que estuvo a punto de sorprender al portero del Real Madrid.
La pena máxima la anotó Cristiano, quien no falló diez minutos después en otro penalti, por otra mano de Azevedo. A base de errores ajenos, de decisiones del árbitro cuestionables y de decisiones infantiles de los jugadores del Shakhtar, el Real Madrid consiguió ponerse 3-0 por delante en el marcador sin ningún brillo.
Esa tercera diana llegó cuando quedaba media hora de juego, toda una eternidad para los hinchas del Bernabéu, que sufrieron un par de sensaciones desagradables: la primera noche de frío antes del final oficial del verano y el tedio de un encuentro que el Real Madrid ganó sin jugar, al paso y con errores ajenos que propiciaron una victoria engañosa. Cristiano se encargó de que fuera así con su cuarto gol.