El fabricante de automóviles deportivos Marussia Motors, conocido popularmente por su equipo de Fórmula 1, dio el cierre definitivo a su ensambladora después de diferencias entre su fundador, Nikolai Fomenko y el gobierno de Moscú.
El sueño del Ferrari Ruso ya es historia y se despide definitivamente luego que el gobierno de ese país y los directivos de la empresa fracasaran en su intento de llegar a un acuerdo sobre le futuro de la empresa.
Sin embargo, el equipo de Fórmula 1 con el mismo nombre no corre ningún riesgo de desaparecer, ya que Nikolai Fomenko, fundador y promotor de Marrusia Motors se había desligado de la compañía hace algún tiempo.
Marussia inició operaciones en 2007, antes del comienzo de la crisis que también afectó a Rusia, aunque de una forma diferente a la del resto de Europa.
Su promotor fue un expiloto de competición llamado Nikolai Fomenko, cuya idea se vio respaldada por Efim Ostrovsky, un empresario ruso y Andrei Cheglakov, un experto en productos de tecnología avanzada.
El proyecto tuvo apoyo del Gobierno ruso que incluso les hizo realizar un estudio sobre la posibilidad de crear una marca totalmente rusa que pudiera competir con Audi, BMW o Mercedes, incluso se trabajó una propuesta para sustituir los vehículos oficiales de origen alemán por unos totalmente rusos.
Diferencias con el Gobierno ruso
Sin embargo, los fundadores y los representantes del Estado comenzaron a tener roces, ya que los creadores de Marussia querían mejorar su participación con marcas como Ferrari o Lamborghini, mientras que los funcionarios querían luchar contra las marcas alemanas.
La apuesta de los creadores se plasmó en dos coupés de altas prestaciones, diseñados por el también ruso Maxim Chashchin, denominados B1 y B2. Para impulsarlos, se realizaon dos motores de seis cilindros en V, uno de 3.5 litros de cilindrada, con una potencia de 300 caballos de fuerza, y otro de 2.8 litros, con turbo, cuya potencia puede variar de 280 a 420 caballos de fuerza.

Para fabricarlos se construyó una nave en los alrededores de Moscú, de la que debían haber salido 2 mil 999 unidades de cada uno de los dos modelos, puesto que ese fue el máximo de fabricación que se estableció.
También se desarrolló un todo terreno de lujo denominado F2, del que también se hizo una variante para ejércitos; sin embargo, el proyecto quedó sin culminar.

Tras el cierre de la empresa, la cierta protección que al proyecto había brindado el Gobierno ha servido para que los casi 200 empleados de la empresa hayan sido recolocados en diversas instituciones industriales y tecnológicas del Estado.
Con información: Expansión y Car and Drive THEF1






