Así se prepara el batido, legado de Totonicapán.
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En San Cristóbal Totonicapán, Totonicapán, se mantiene viva un tradición muy arraigada. Se trata de la elaboración del batido, una deliciosa y refrescante bebida que mezcla maíz y zapuyul, servida tradicionalmente en una jícara.

Esta bebida es muy tradicional de las actividades religiosas y culturales de la comunidad, una mezcla de sabores ácidos y frescos que son creados por las manos de las mujeres que dominan los secretos ancestrales de la cocina.
¿Cómo se hace?
La preparación del batido es un proceso laborioso que toma tres días. Comienza con cocer el maíz en un recipiente con agua y cal durante varias horas dependiendo de la cantidad de maíz.
Luego, el nixtamal se muele y la masa se envuelve en dobladores, creando tamales grandes, que se ponen a cocinar en fuego de leña por una hora.

Después se deshace el tamal cuando esté tibio, se vuelve a moler y se mezcla con el zapuyul (semilla del zapote) molido en piedra de forma artesanal.
La mezcla se bate agregando agua sobre fuego de leña durante varias horas hasta que llegue a su punto, para posteriormente dejar reposar hasta que enfríe.

Lo mágico de esta bebida es que no solo se entrega a quienes participan en las actividades religiosas, sino que también se obsequia a los vecinos y visitantes que pasan por la calle. De esta manera, el batido se convierte en un símbolo de hospitalidad y comunidad.




