Principales Indicadores Económicos

¿Cómo el aislamiento pandémico está afectando las mentes en desarrollo de los niños?

  • Con información de National Geographic
12 de febrero de 2022, 11:27
Covid-19
El confinamiento está afectando a los más pequeños. (Foto: Pixabay)

El confinamiento está afectando a los más pequeños. (Foto: Pixabay)

Muchos niños menores de cinco años han sido "bebés de búnker" durante casi dos años. Los expertos explican qué significa esto para las diferentes poblaciones y cómo se recuperarán.

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Independientemente de los protocolos familiares, los niños se han visto privados de interacciones sociales normales. Después de casi dos años, los menores de cinco años siguen en el limbo. Estos niños son el último grupo de edad sin acceso a una vacuna. Si bien menos niños pequeños desarrollan una enfermedad grave a causa del Covid-19 que los adultos, siguen estando en riesgo y siempre existe la posibilidad de un Covid prolongado.

Si esta experiencia pandémica de la primera infancia presagiará consecuencias académicas, de desarrollo o de salud mental a largo plazo depende de los desafíos individuales de cada familia, dijo James Griffin, quien dirige el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver (NICHD) . “Todos estamos en la misma tormenta, pero no estamos en el mismo barco”, expresó.

Muchos padres han estado ansiosos porque sus hijos se pierden las experiencias normales de la vida, languidecen frente a las pantallas y crecen en un mundo socialmente distanciado. Se preocupan por los efectos del aislamiento, la interrupción, la pérdida de seres queridos, la presión económica y el trauma colectivo en sus hijos durante el crítico desarrollo temprano, según Amy Learmonth, quien estudia desarrollo cognitivo en la Universidad William Paterson.

El desarrollo cognitivo serio ocurre durante el juego interactivo, afirma Learmonth, al mismo tiempo que ofrece entrenamiento social. Es donde los niños aprenden a negociar, compartir, turnarse y no agarrar cosas ni herir los sentimientos de otras personas. Les enseña que los juegos tienen reglas y que no siempre pueden ganar o salirse con la suya, o nadie querrá jugar con ellos, agrega Learmonth.

Pese a la pandemia, los niños prometen ser resilientes en su desarrollo. (Foto: Unsplash)
Pese a la pandemia, los niños prometen ser resilientes en su desarrollo. (Foto: Unsplash)

Signos prometedores

Un estudio revisado por pares mostró resultados prometedores para niños de seis a 36 meses de edad. Un equipo de enfermeras pediátricas los evaluó para ver si cumplían con los hitos del desarrollo. Examinaron las habilidades motoras, cómo los niños responden a los extraños, el progreso en reflejar una sonrisa, su habla y vocabulario, habilidades para resolver problemas y otras habilidades importantes.

“Nuestros hallazgos fueron generalmente tranquilizadores”, dice la coautora Bernadette Sobczak. Los investigadores no encontraron diferencias en el desarrollo social. “Pero en los grupos de seis meses y 12 meses, hubo una diferencia muy pequeña en la comunicación en comparación con los evaluados antes de la pandemia”.

Ahora, con casi dos años de oportunidades limitadas para la interacción social, están apareciendo algunas deficiencias en niños un poco mayores, los que ahora tienen entre tres y seis años. Anna Johnson, psicóloga del desarrollo y profesora adjunta en la Universidad de Georgetown, señala que hay un desarrollo social claramente interrumpido y retrasos en el desarrollo en algunos niños.

Los altos niveles de estrés o adversidad pueden afectar el desarrollo del cerebro, alterando el desarrollo cognitivo y socioemocional, afectando la toma de decisiones, el aprendizaje y la memoria. Los padres estresados ​​tienen menos ancho de banda y menos paciencia, afirma Cathi Propper, científica investigadora de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, que estudia el desarrollo infantil.

Una perspectiva generalmente positiva

La buena noticia es que la mayoría de los niños pequeños estarán bien. Los humanos jóvenes son flexibles, están equipados con cerebros que tienen una gran “plasticidad”: la capacidad de adaptarse.

La personalidad es relativamente estable. Es poco probable que la pandemia aplaste a un extrovertido o cree un introvertido, aunque podría alterar la trayectoria de un individuo, refieren los expertos quienes están de acuerdo en que, si bien los "bebés del búnker" pueden ser un poco inmaduros, la mayoría se pondrá al día una vez que tengan la oportunidad de mostrar sus músculos sociales. 

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