En esta nueva era tecnológica, la diversidad de aplicaciones, hace más fácil tener conexiones virtuales, tanto de amistad como de romance, aunque muchas veces la línea entre lo real y virtual se confunde, y como resultado genera las infidelidades físicas o emocionales.
Los expertos explican que coquetear por medio del envío de mensajes al celular siempre permite ser más 'atrevido' que si se hiciera en persona, es decir, da un poco más de rienda a soltar ciertos sentimientos y cruzar líneas que, de otro modo, no se haría, sobre todo si una o ambas partes ya tiene pareja.
Según la sexóloga María Hernando, “hay quienes no tienen suficientes habilidades sociales para relacionarse abiertamente con otros individuos y, menos aún habilidades de seducción, por lo que intentarlo sin tener a la otra persona delante físicamente puede resultar mucho más sencillo y el lenguaje no verbal no es un impedimento”.
La mente puede estimularse constantemente con diversas reacciones, desde un 'like' a una foto de perfil, hasta un saludo o pregunta fuera del contexto habitual. Y es que resulta 'atractiva' la inmediatez de la respuesta. La experta asegura que esta forma de actuar “alimenta cadena de mensajes e incluso, el morbo que en ocasiones se incentiva tan solo a través de frases cortas, indirectas o emojis, con lo que el coqueteo está servido”.

Pero la respuesta a la pregunta inicial: “usar las nuevas tecnologías para que coqueteo (aunque no haya contacto físico real) sí se considera infidelidad”. Hernando aclara que existe un cambio de patrón, es decir, “el concepto de infidelidad así como los motivos que llevan a ella responden siempre una serie de regulaciones que cada cultura crea y transforma a lo largo del tiempo”.
En la actualidad, hay diferentes tipos de infidelidades: besos, caricias, ciber-sexo, coqueteo, piropos, mensajes, chats o líneas telefónicas eróticas, entre otros. Sin embargo, también explica que se debe diferenciar la infidelidad sexual de la emocional. Hay personas que les encanta verse atractivo para otros, pero con un nivel bajo de implicación emocional, solo basta lo que dura el coqueteo. Por el contrario, están los que les encanta seducir, sentir que la otra persona cayó en sus redes, una sensación que aumenta su autoestima.

La sexóloga asegura que el ser humano tiene la capacidad de establecer vínculos afectivos o sexuales con una o más personas a lo largo de la vida. Por lo que recomienda que lo más importante es siempre consensuar un modelo de relación que cumpla los estándares de felicidad y satisfacción. “No podemos dar por sentado que nuestro compañero o compañera va a sentirse traicionado por lo mismo que nosotros. Por eso es importante la comunicación con la pareja para determinar qué prácticas o conductas concretas nos harán desconfiar o sentirnos engañados”.
*Con información de El Salvador






