Traficante de personas narra en el podcast Penitencia de México cómo recibió ayuda de Roxana Baldetti y Alejandro Giammttei para salir de la cárcel de Mariscal Zavala y de otra en El Salvador.
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Con una voz muy calmada, canoso y con una camiseta gris que revela que es prisionero. Alejandro, más conocido, según él, como "El Güero Fino", narró cómo pasó de ser un ayudante a convertirse en un traficante de personas VIP que llegó a cobrar más de 20 mil dólares (unos Q150 mil) para movilizar clientes de un país a otro, principalmente hacia Estados Unidos (EE.UU.).
Alejandro ha estado varias veces en prisión, una de ellas en Guatemala y otra en El Salvador. Según su historia, fue el mismo expresidente Alejandro Giammattei quien lo dejó en libertad de la cárcel del Mariscal Zavala, con el fin de que sacara a su familia del país y luego fue ayudado por la ex vicepresidenta Roxana Baldetti, para liberarse de prisión salvadoreña después de una simple llamada telefónica.
"El Güero Fino" fue entrevistado en el interior de una cárcel por el podcasts mexicano "Penitencia" que revela historias de privados de libertad que se atreven a narrar cómo fue su vida delincuencial, cómo terminaron encerrados y qué piensan de las actividades ilegales que realizaban, pero ¿quién es Alejandro, el coyote VIP?
"Primero que nada fui esposo, padre de familia", dijo como manera de describirse. Según el prisionero, se enroló en el "tráfico de indocumentados" por una invitación cuando trabajaba como taxista en Monterrey, México, donde conoció a una persona que se dedicaba a cruzar personas de manera irregular hacia Estados Unidos (EE.UU.)
Su primer trabajo lo realizó en Villa Hermosa, le pagaron 15 mil pesos (unos Q5,930), aunque asegura que "no le explicaron que eran indocumentados", al llegar ahí se percató que eran integrantes de la Mara Salvatrucha que "venían huyendo".
Después de varias "vueltas" un mismo funcionario de la Procuraduría General de la República (PGR) de México fue el que le explicó que debía pagar para que no lo detuvieran y qué era lo que debían de decir las personas que estaba traficando.
"Cuando ya estás arreglado te dan una clave para pasar sin problemas", luego de ello comenzó a trabajar por su propia cuenta y llegó a llevar hasta 50 personas "por vuelta" y en cada una "tenía que pagarle a la PGR, a la Federal o a Migración".
La Mesilla, Huehuetenango, era la principal ruta que utilizaba para llevar a las personas. Fue una mujer de Jutiapa, la que le ayudó "a conseguir gente, fue ahí cuando comencé a crecer".
"Los Federales ya me conocían, me apodaban 'El Güero Fino de Monterey', porque me quería dar a conocer y siempre llevaba una hilera para darles a los federales dulces de la región y maletitas de carne con cortes finos", detalló.
Agregó: "Así me fui dando a conocer y llegó un momento donde ya todo lo arreglaba con el teléfono, con una llamada, por el delito que estoy ahora, estoy por una llamada de esas".
Pero no fue hasta que cayó en prisión en Guatemala cuando realmente comenzó a tener mucho poder, después de conocer al expresidente Alejandro Giammattei y a la vicepresidenta Roxana Baldetti. Incluso, al extremo de llevar a personas de manera irregular vía aérea.
Durante toda la entrevista, Alejandro siempre sostuvo que nunca vio su labor como un delito, pues siempre consideró que estaba "ayudando" a personas, no sólo a huir de la violencia, sino de la pobreza. Sabía que cobraba mucho dinero, pero "no los trataba mal, siempre estuvieron en buenos hoteles y les compraba la comida que ellos querían", manifestó.
Así lo ayudó Giammattei y Baldetti
Durante la entrevista, el reo narró cómo conoció a Roxana Baldetti y a Alejandro Giammattei, quienes después lo ayudaron a salir en libertad. De igual manera comentó cómo fue que ayudó a la liberación de una privada de libertad en Guatemala. Ello, después de que ayudó a sacar a las familias de ambos exfuncionarios del país "por seguridad".
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Durante el podcast no se detalla quién es Alejandro, se sabe que es una persona que se dedica al tráfico de personas hacia Estados Unidos (EE. UU.) y que su centro de operación era, principalmente, Guatemala y El Salvador.
Según narró, fue encarcelado, primero en el preventivo de la zona 18, pero, gracias a la ayuda de uno de sus contactos, a quien identificó como la guatemalteca Ana María Lemus, es llevado a la cárcel militar de Mariscal Zavala, donde se encuentran recluidos, en su mayoría, políticos y empresarios señalados de corrupción, así como personas de alto nivel.
"Me detuvieron en Chiquimula... con 108 migrantes, paro en una cárcel de Guatemala. Con el paso de los días me mueven a otra cárcel que se llama Mariscal Zavala y ahí conocí a mucha gente de Gobierno. Mariscal Zavala es una prisión militar, donde hay pura gente que han sido políticos", detalló.
Prosiguió: "Ahí estaba el que fue presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei. Entonces, de parte de ellos yo recibí mucho trabajo. Salí yo de ahí a los 28 días. Después ellos me empezaron a pasar mucho trabajo".
Según dijo, después comenzó a tener mucho acercamiento con Baldetti, quien le pidió que sacara a su familia del país de manera irregular.
"Les comencé a sacar a sus familias a ellos, porque todos me recomendaban que mis viajes eran seguros. En ese entonces ya estaba haciendo viajes por avión, por tierra y por avión, un viaje más carito, verdad", subrayó.
La entrevistadora le pregunta la razón por la que él estaba sacando a las familias de los mencionados y él se limita a responder: "Por seguridad", hecho que sirvió, según el entrevistado, para que después los políticos guatemaltecos lo dieran a conocer.
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Posteriormente se le pregunta ¿cómo "libró" la cárcel en Guatemala? y él responde, después de titubear: "Eh, por Giammattei, verdad, por Alejandro".
"Yo platiqué con él, me dijo que tenía que sacar a su familia (de Guatemala), que le dijeron que yo era muy bueno en mi trabajo, que ya había preguntado ahí y él me dijo: 'Mañana te vas'. Al día siguiente me dieron mi libertad", detalló.
Esa situación le sirvió de catapulta. "Mis vueltas subieron así como de nivel, de precio y pues todo mundo conocía al 'Güero fino' allá, y pues, aquí comencé a hacer cana (cárcel) nada más" y sonrió.
Desde chicas, chef, hasta licor
Durante la entrevista se le preguntó a Alejandro cómo fue su estadía en Mariscal Zavala, donde "ya fue otra cosa", después de estar en el Centro Preventivo de la Zona 18.
"Era mejor la comida, había bebida (licor) todos los días, en la noche entraban la prepago... un 'congal' (prostíbulo) pero de alta calidad... En el día habían visitas, pero en la tarde era borrachera y era cotorrearte con ellos, eran churrasco decían ellos", manifestó.
Además contó que en la cárcel de Mariscal Zavala solo hay, alrededor de 40 personas. Las visitas son de martes a domingo y que hay personas que "hasta tienen a su chef personal, que les llega a hacer comida todos los días".
"Son cuartos grandes con literas, pero al salir cada quien tenía su toldo, donde hay parrilla, frigobar... estuvo padre ese tiempo", dijo.
Después comentó que su detención no preocupó a su familia, porque estaban acostumbrados a que él resolvía todo con una llamada telefónica.
Aunque cuando llegó a la cárcel del Mariscal Zavala no tenía teléfono, pero fue lo primero que le dieron ahí. "Todo mundo tenía teléfono ahí, menos yo. El chip me costó como 200 quetzales en ese tiempo", comentó.
Baldetti y su salida de El Salvador
El "Güero Fino" narró que después de ser liberado en Guatemala, volvió a caer detenido en El Salvador, pero "sólo estuve siete u ocho días".
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"Ahí igual me soltaron. Creo que tenía unos tres o cuatro meses de haber salido, pero ahí la que me saca fue Baldetti, Roxana Baldetti. Yo marqué, no me contestaban y pues fue la que contestó, le dije que me ocupaba hablar con Alejandro, me preguntó que dónde estaba, le dije que estaba detenido en El Salvador", detalló.
Según contó, la ex vicepresidenta sólo le pidió los datos de donde se encontraba y "a los dos o tres días me soltaron", ello después de haber sido detenido con unos Iraquíes, situación que lo puso en una posición difícil, ya que son vistos como "terroristas".
La fuga en el Día de la Madre
El "Güero Fino" contó como el Día de la Madre ayudó a escapar a una mujer que estaba recluida en Guatemala.
Según comentó, no quería hacerlo y pidió una gran cantidad de dinero para que no se llevara a cabo "la vuelta", al final le pagaron todo lo que él pidió y le dijeron que tenía que ir a recoger a una persona a un lugar específico y a una hora de la que no podía ser antes ni después.
Luego de muchas vueltas le depositaron y de inmediato le dijeron que lo esperaban al día siguiente en Guatemala.
"Llegué a Guatemala, renté un choche (vehículo) y me voy a la zona 16, se llama Cayalá la zona, es como San Pedro aquí (México)... me mandaron la ubicación a la 10, era en la carretera Interamericana que centraliza todo lo que es Centroamérica, en una gasolinera", dijo.
En el lugar había camionetas agrícolas, se subió una mujer, lo reconoció por el perfume y le dijeron que siguiera derecho y después de enviarle una ubicación, terminó en Sonsonate, en El Salvador. "Llegamos a una finca, había gente armada, me liquidaron y me indicaron que no me podía ir y me dijeron que el vehículo ya no estaba y me quitaron el teléfono", narró.
Al final, se trataba de Ana María Lemus, "La Patona", quien "ese día, ese 10 de mayo se fugó de una cárcel en Guatemala", comentó.
Mirá aquí la entrevista completa de Penitencia: