El centro de Villa Nueva se convierte en una fiesta total, cuando cada uno de noviembre en las vísperas del Día de Difuntos, el desfile de Fieros recorre los principales sectores de la localidad.
Esta actividad tiene origen desde el tiempo de la colonia en una danza llamada Toncontin, que se realizaba en el antiguo pueblo de Petapa a finales del siglo XVIII y era una forma de expresar una burla a los españoles que habitaban en el lugar, por haber desplazado a los lugareños de su asentamiento original, particularmente después de las inundaciones provocadas por el río Platanitos.
Siglos después y con una presentación diferente a la de sus primeras épocas, el tradicional desfile atrae a los villanovanos que admiran a los participantes enmascarados que representan diferentes estampas tradiciones y folklóricas y bailan al compás de la música actual.
