El homeoffice marcó un antes y un después en la dinámica laboral de los guatemaltecos, cuatro de cinco experiencias hablan del ahorro que representó trabajar desde casa. Sin embargo, la percepción del empleado cambia con un análisis externo.
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Trabajar desde casa para las generaciones milenial y centenial, es decir, personas comprendidas entre los 28 y 41 años para la primera denominación y 12 y 27 años para la segunda, es parte de su vida, y su adaptación para el desempeño de sus labores remuneradas llegó en un momento de menor complejidad dado su cercanía con la tecnología.
Mientras que, esta modalidad significó una afección para el grupo menos cercano a las herramientas digitales y quienes se dedican a trabajos menos automatizados o que impliquen dependencia de un dispositivo electrónico.
No obstante, los cambios, ventajas y desventajas que todos los trabajadores experimentaron, van desde la valoración del tiempo, pasan por la reducción de gastos por rubros específicos que van de la mano con la realización del trabajo, y la evaluación de los empleadores.
Ahorro para los bolsillos
El ahorro de dinero es una de las características más destacadas durante las entrevistas que Soy502 realizó a guatemaltecos para esta nota. Los entrevistados señalaron que este rubro es el más importante.
Para Eduardo, el ahorro en combustible durante un año significó un monto de aproximadamente 15 mil quetzales, en parqueo, una suma de más o menos 9 mil quetzales, para esos días, él trabajaba en un grupo empresarial ubicado en la zona 10 capitalina.
En la misma línea que el caso anterior, Anemilia explicó que para ella también significó ahorro no tener que ir a la oficina, tanto en combustible, en parqueo y en alimentación diaria.
Estas experiencias también se refirieron a la calidad de su descanso, un tiempo que, al ir diariamente a la oficina, no se aprovecha de la misma forma por el estimado de horas transitadas en la calle.
Pero las experiencias son coincidentes en cuanto al ahorro de tiempo, una de las variaciones del ahorro y aprovechamiento del tiempo se traduce en más oportunidad de compartir con la familia, un principio poco calculado matemáticamente como rédito para el núcleo familiar, pero que en economías estables y en países desarrollados, este factor cuenta en la dinámica económica y de país.
La mirada clínica del homeoffice
Gustavo Mendoza, coordinador del Sector Contact & BPO de la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport), explicó que en una de las recopilaciones de información que realizan en las empresas agremiadas en la Asociación, el 42% de los empleados bajo la modalidad de trabajo remoto, respondieron que este ha significado un ahorro y algunas ventajas. Del total de empleados analizados, el 43% está en la modalidad presencial, y el 15% de forma híbrida.
El análisis de los 42 mil empleados que pertenecen a las empresas afiliadas a la Agexport permiten una lectura diversa de sus percepciones, y mientras que para ellos el teletrabajo implica ahorro en ciertas categorías y comodidad para realizar su trabajo, desde el punto de vista empresarial, se percibe mejora en el cumplimiento de los horarios, pero se observan negativos los factores externos como las desconexiones por falta de energía eléctrica, esto influye en la continuidad del trabajo y por ende, hay un retraso en las respuestas y afecta la eficiencia.
De ahí que, según Mendoza, a partir de 2023 algunas empresas volvieron a la modalidad presencial, y el recurso humano contratado para esta modalidad refirió mejoras para la empresa.
No obstante, el impacto en el rendimiento, el aumento del ausentismo cuando se trabaja desde la oficina y el abuso en recesos necesarios, como tomar los alimentos en la modalidad remota, son factores que se contraponen en el análisis realizado en las 19 empresas asociadas a Agexport.
El análisis de Recursos Humanos
Sergio Loarca, con más de 20 años de experiencia en Recursos Humanos y Cultura Organizacional, considera que aunque la reducción de gastos como consecuencia del homeoffice es relativo, no se puede enfocar en tan solo dos o tres rubros, pues, al realizar las tareas desde casa, el colaborador también ha experimentado un incremento en ciertos gastos, por ejemplo el consumo de energía eléctrica, teléfono, gas y servicios en general, entre otros.
"La reducción de gastos es relativa, pues colocándolo en una balanza con el beneficio general para el colaborador que labora desde casa no es un tema que le impacte profundamente, pues el homeoffice es sumamente valorado y apreciado por él", explica Loarca.
En ese contexto, el cansancio físico que implica el traslado hacia los lugares de trabajo y en ocasiones, algunos ambientes laborales, da la sensación que son más los beneficios que las desventajas que se experimentan con el trabajo remoto.

¿Y la productividad?
Según el experto consultado, estudios recientes de Universidades Internacionales indican que efectivamente la productividad se incrementa cuando se permite a los colaboradores trabajar desde casa. El desgaste del colaborador decreció un 50%, de igual manera el índice de ausentismo laboral por enfermedad. Si a esto se adiciona la reducción de gastos administrativos de la Organización (servicios, alquileres, etc.) representa un ahorro considerable para los patronos.
"Con mi experiencia adicional al incremento de la productividad, ha crecido el compromiso, la identidad del colaborador con la organización, así como su felicidad diaria. Aspectos que sufren cierta reducción los días que corresponden presentarse en oficina en caso de modalidades híbridas".
El Homeoffice en el 2024
Aunque el comercio digital va en aumento y con él las ventas de servicios digitales, las suscripciones, la educación virtual, entre otros, el trabajo remoto en Guatemala parece enfrentar riesgos interesantes de observar, y aunque la dinámica laboral no es estática y depende de muchos factores externos, Sergio Loarca considera que esta modalidad no representa precisamente una constante en la empleabilidad de la fuerza laboral.
"Hoy en día es un factor determinante en los procesos de atracción de talento, un requerimiento puntual y constante de los candidatos, sin embargo, una mayoría de organizaciones han decidido regresar a la presencialidad", comenta el experto.
Existe una cultura de poca confianza en el trabajo remoto, a pesar de que durante la pandemia en la que la circunstancia obligó al empleador a adoptar esta modalidad de trabajo y que los resultados no decrecieron, sino al contrario en el peor de los escenarios se mantuvieron.
El experto concluyó que las empresas que no están evolucionando están sentenciadas a desaparecer o a no crecer, porque el homeoffice es una de las modalidades que empujan el crecimiento de las organizaciones, que, en todo caso, ya no son rígidas, en cambio, trascienden bajo el lema de la Gestión por Resultados.
A este respecto, Gustavo Mendoza agregó que la tendencia, al menos en las 19 empresas agremiadas a la Agexport, el homeoffice se mueve en una tendencia a la baja para el presente año, pues, muchas empresas están volviendo a retomar la modalidad presencial, o, en todo caso, mezclando la forma de trabajo en la modalidad híbrida.