Los ciudadanos de la Unión Europea (UE) pasarán al horario de verano el próximo domingo 30, como todos los últimos domingos de marzo, según lo establecido en una directiva de 2001 y con el objetivo de ahorrar energía optimizando al máximo la iluminación solar.
En la noche del sábado al domingo, los europeos dormirán una hora menos ya que tendrán que adelantar sus relojes 60 minutos.
El cambio de horario se empezó a generalizar a partir de 1974, cuando se produjo la primera crisis del petróleo y algunos países decidieron adelantar sus relojes para aprovechar mejor la luz del sol y ahorrar así electricidad.
De esa cantidad, 90 millones corresponderían al potencial de los hogares españoles, lo que supone un ahorro de 6 euros por hogar, mientras que los otros 210 millones de euros restantes se ahorrarían en los edificios del terciario y en la industria.
Por su parte, Bulgaria, Chipre, Estonia, Finlandia, Grecia, Letonia, Lituania y Rumanía adelantarán la hora a GMT+3.






