David Luiz nunca se olvidará de la vez que se lesionó y en lugar de cuatro semanas de baja, volvió milagrosamente a los nueve días. No será un recuerdo agradable, porque Luis Suárez le hizo dos ‘túneles’ seguidos para marcar un doblete y firmar un 0-3 (1-3 al final) a favor del Barcelona.
El uruguayo volvió a aparecer cuando más lo necesitaban como ya lo había hecho en otras ocasiones esta temporada. Marcó goles importantes contra el Real Madrid y el Manchester City, todos de gran calidad. No es solo el delantero el que ha dado la cara en los grandes choques, es este Barcelona de Luis Enrique.
La tendencia de jugar bien en los partidos más relevantes comenzó contra el Atlético de Madrid, al que le ganaron 3-1 en la Liga y 1-0 y 2-3 en la Copa del Rey. También supieron llevarse el último clásico y derrotar sin demasiadas complicaciones al City de Manuel Pellegrini.
Es una peculiaridad positiva de este equipo, que ha hecho partidos bastante malos, sobre todo en la Liga. Recientemente vencieron con mucha dificultad al Celta de Vigo, y en cuestión de semanas sacaron su mejor juego para ganar en París. Leo Messi está metiendo menos goles de lo normal, pero está armando al equipo para que anoten Neymar y Suárez.
Faltan todavía varias jornadas, tanto en la Liga como en la Champions, que pueden complicarse mucho. Sin embargo, por lo que se ha visto del equipo de Luis Enrique, están diseñados para jugar bien cuando más lo necesitan y eso podría llevar títulos al Camp Nou.
La mejor versión del Real Madrid apareció para estar en la parte final de la temporada. El mal momento que causó la derrota contra el Athletic y contra el Schalke ya quedó atrás, y la explicación es sencilla: Sergio Ramos, Luka Modric y James Rodríguez están de vuelta.
El Vicente Calderón no fue más una pesadilla para Carlo Ancelotti, que tuvo la mala suerte de toparse con Jan Oblak. El portero suplente del Cholo Simeone mantuvo a su equipo en el partido y en una eliminatoria que pudo quedar decidida en 45 minutos.
Juntos, Toni Kroos y Luka Modric forman un mediocampo que recupera la pelota con mucha velocidad y que es capaz de distribuirla rápido a James, que encuentra a los tres de adelante. (Qué bien hubiera encajado Di María en este equipo).
Ahora bien, así como el argentino supo que no sería titular en este Real Madrid, Isco es el gran damnificado ante el hecho que Ancelotti tenga a su once titular muy claro. El mediocampista malagueño, talentoso como pocos, no es el preferido del entrenador italiano y será quien se quede en la banca para los partidos grandes. Se habla (solo se habla) que podría dejar el club blanco porque no ve las cosas claras. Mientras tanto, el Barça sueña con él y con Koke para rearmar un mediocampo histórico que vive sus últimas temporadas.
En realidad, muchos sueñan con Isco, como el Bayern de Guardiola que cayó sorprendentemente ante el Porto y podría quedar fuera de las semifinales. Sin los alemanes, una final entre el Real Madrid y el Barcelona podría hacerse realidad después de tantos años, y convertirse en el mejor partido en la historia del fútbol.
