Xabi Alonso trató de minimizar el impacto de la caída del Real Madrid ante el Celta de Vigo (0-2) en el Santiago Bernabéu, insistiendo en que la derrota no deja de ser un tropiezo de tres puntos, aunque todavía queda mucho campeonato por delante.
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En su comparecencia ante los medios, el técnico reconoció el malestar general tras el encuentro: "Es lógico que estemos molestos. Ni el juego ni el marcador reflejan lo que buscábamos. La lesión temprana de Militao nos afectó bastante y nos costó volver a meternos en el partido. Intentamos ajustar varias cosas, pero no logramos imponer lo que habíamos planificado". Añadió además que el equipo debe pasar página cuanto antes: "Toca levantarse rápido; en pocos días nos enfrentamos al City en la Champions y es una gran oportunidad para dejar atrás este mal sabor".
Xabi Alonso, muy descontento con el arbitraje pic.twitter.com/S3d2P9JXD4
Alonso explicó que la propuesta inicial era mantener un ritmo alto y presionar con intensidad, pero admitió que el conjunto blanco no logró ejecutar esa idea como pretendían: "No salió como esperábamos; nos faltaron detalles que marcan la diferencia".
Durante la rueda de prensa, el entrenador fue interrogado en varias ocasiones sobre su continuidad y su capacidad para revertir la dinámica, después de sumar solo dos triunfos en los últimos siete compromisos. Su respuesta fue firme: "Claro que me siento con fuerza. Todos estamos juntos en esto y sabemos que en el fútbol las rachas cambian. Perder en este estadio duele, pero hay que seguir adelante. El miércoles tenemos la ocasión perfecta para reaccionar".




