El uso de injertos en árboles frutales, como cítricos, y otras plantas, permite reducir el tiempo de cosecha, mejorar la calidad y cantidad de los cultivos, además de que aumenta la resistencia a plagas
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Esta técnica consiste en unir una parte de un organismo con otro para que crezcan como uno solo y funcionen juntos; suele ser utilizada en la agricultura y jardinería en esta región.
En la agricultura, se utiliza un portainjerto, que es la planta base que aporta las raíces, y el injerto o vástago, que es la parte o rama de otra planta para unir a la base.

Según productores locales, el objetivo es que tanto la planta base como el injerto, se unan y crezcan como una sola planta, teniendo combinadas las ventajas de cada una, desde las fuertes raíces hasta los frutos de buena calidad.
En el caso de los árboles frutales, los agricultores buscan una planta productiva y de calidad que servirá para extraer los injertos o vástagos que unirán a la planta base.

"Desde hace 40 años me dedico a hacer injertos en este lugar. Fui la primera en abrir un vivero, le enseñé a mis familiares y ahora somos más los que nos dedicamos a esto", dijo la agricultora Yolanda García.
Para hacerlos, compran tierra, bolsas y semillas; esperan que los semilleros germinen y los trasplantan a una bolsa para esperar aproximadamente un año de crecimiento, después se seleccionan las plantas que están sanas y de buen tamaño para hacerles el injerto.

"La planta base debe tener 75 centímetros de alto y en los 50 se le hace el injerto; este proceso es para los cítricos, aguacate, zapotes, mangostán, guanábana, mango y rambután, entre otros", explicó García.
Una de las características del injerto es que los árboles son más pequeños y es rápida la producción de frutos, por ello el injerto debe ser de un árbol que esté en producción.
"Este trabajo requiere paciencia y muchos cuidados, las plantas injertadas también deben abonarse y fumigarse para evitar plagas y que la producción sea sana", agregó García.

Recomendaciones
- Elegir plantas que sean compatibles, es decir, que sean de la misma especie o especies cercanas; por ejemplo, se puede injertar una variedad de naranja sobre un limonero.
- Usar herramientas adecuadas y limpias como cuchillos, tijeras o sierras, esto ayudará a evitar dañar las plantas o que se transmitan enfermedades a ellas.
- Los cortes deben ser limpios y precisos, deben coincidir lo más posible entre el injerto y el portainjerto, esto ayudará a facilitar la unión y cicatrización.
- Se debe proteger el injerto del sol, viento, lluvia, insectos y hongos, que puedan afectar su desarrollo. Se recomienda protegerlos con cintas, vendas, plásticos, que cubran el injerto y se mantenga húmedo y aislado.
- Controlar el injerto de forma periódica para comprobar si la unión con la planta base fue exitosa.
