El ayuno intermitente se ha popularizado como un patrón de alimentación programada para mejorar los hábitos alimentarios y la reparación celular.
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Sin embargo, la nutricionista Edna Orellana, de Escuintla, advierte que esta práctica no es una estrategia universal y debe ser gestionada bajo un estricto seguimiento nutricional. La clave para que el ayuno intermitente funcione no radica en la restricción, sino en la nutrición personalizada y equilibrada, pues seguir dietas de moda sin guía profesional puede conllevar serios riesgos, especialmente si existen condiciones médicas que afecten el metabolismo o la glucosa.

Entre las tendencias actuales para mejorar las condiciones de salud están los cambios en los hábitos alimentarios; sin embargo, cualquier tipo de modificación o dieta que se quiera implementar debe ser consultada con un profesional y evitar seguir prácticas que puedan afectar la salud.
Una alternativa que se ha popularizado en los últimos años es el ayuno intermitente, un patrón de alimentación basado en límites de tiempo. Una alimentación programada puede hacer que las células se centren en la reparación, el uso de la energía y el equilibrio de las funciones de todo el organismo.
La nutricionista Edna Orellana, de la clínica de la Dirección Municipal de la Mujer, de la cabecera departamental de Escuintla, explica que esto no es una dieta específica, sino una forma de organizar los horarios de las comidas, tratando de delimitar la ingesta calórica a un horario determinado y ayunar el resto.

Puede ser una herramienta útil para algunas personas, especialmente para quienes buscan mejorar su control del apetito o reducir su ingesta calórica, pero no es una estrategia universal.
"Sus beneficios no dependen del ayuno en sí, sino de que la persona mantenga una alimentación equilibrada dentro de las horas de comida", enfatizó la nutricionista.
Este ayuno es recomendable para los adultos sanos, sin condiciones médicas que afecten el metabolismo o la glucosa, que tengan una rutina estable y puedan mantener buenos hábitos dentro del período de alimentación.

"También es apto para personas que ya tienen experiencia con horarios estructurados de comida y no presentan ansiedad. Siempre debe ser evaluado y tener seguimiento con un nutricionista", agregó Orellana.
"Mi llamado es a que no nos dejemos llevar por modas. Antes de probar cualquier estrategia, lo correcto es consultar a un nutricionista, porque cada organismo es diferente y lo que funciona para uno puede ser riesgoso para otro. La nutrición debe ser personalizada, segura y basada en ciencia, no en tendencias", afirmó la nutricionista.






