La empresa china WinSun ha revolucionado la construcción de viviendas individuales, empleando impresoras 3D gigantes para lograr casas a menor costo y en récord de tiempo.
Según explica la BBC, estas máquinas, de 150 metros de largo, 10 de ancho y 6,6 de alto, pueden imprimir hasta 10 casas en un día y la "tinta" está creada de escombros y desechos industriales.
“Es solo un avance de lo que podemos conseguir con esta tecnología, para la que creemos que no hay límites. Podríamos incluso erigir un rascacielos y sería seguro porque reforzamos el material con fibra de vidrio para que sea extremadamente sólido a la vez que flexible”, afirma el empresario Ma Yihe.
Su objetivo es crear en China una red de hasta cien puntos de recogida de escombros, que sirvan de fuente de material para futuros proyectos habitacionales.
“Hemos diseñado el sistema para que nos permita trabajar de dos formas diferentes: partiendo de un plano arquitectónico, como se ha hecho siempre, y también escaneando una detallada maqueta tridimensional”, agrega Yihe. La única parte que no sale de la impresora es el tejado.
Para la construcción no se necesitaron albañiles y el costo por cada una de las casas, de 60 metros cuadrados, cuesta alrededor de 3 mil 600 dólares.
Winsun no es la única empresa que desarrolla tecnología para imprimir edificios. En Amsterdam, DUS Architects también empieza a imprimir un edificio junto a uno de sus afamados canales. En su caso, la impresión es sobre el terreno, con materiales plásticos y el proceso, además de muy caro, tardará tres años.
Con información de El País.





