El cuartel de Amatitlán, testigo de la historia pepesquera.
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En el corazón de Amatitlán se alza una edificación imponente que ha resistido el paso del tiempo, los terremotos y los vaivenes de la historia política de Guatemala. Se trata del Antiguo Cuartel.
Su construcción data entre los años de 1921 a 1925, la cual, más allá de su fachada sobria y elegante, guarda entre sus muros los secretos de un país en transformación.

El actual edificio no es solo una reliquia arquitectónica, sino una fuente primaria del pasado del pueblo pepesquero.
"Este emblemático lugar fue inaugurado el 30 de junio de 1926. Recordando que el anterior fue destruido por los terremotos de 1917 y 1918. Este nuevo edificio ha soportado los terremotos de 1942, 1976, los sismos de los 80, 90 y ahora el gran sismo del 8 de julio de 2025, con epicentro en Amatitlán y su enjambre sísmico", comentó Oscar Fajardo Gil, Cronista de la ciudad de Amatitlán.

La reconstrucción no se limitó a replicar lo perdido. El nuevo edificio fue una obra moderna para su tiempo: fue construido con un sistema antisísmico de concreto armado, bajo la dirección inicial del arquitecto italiano Guido Albani, uno de los pioneros de la arquitectura moderna en Guatemala.
Tras enfrentar dificultades económicas, la dirección pasó al maestro Manuel Espinoza, quien continuó la visión con una mezcla de técnicas eclécticas que incorporan elementos renacentistas y neoclásicos.
Con el paso del tiempo, y especialmente durante el gobierno del general Jorge Ubico, Amatitlán perdió su estatus departamental y el edificio fue adaptado para nuevas funciones. Los militares fueron retirados del recinto y, en 1945, parte de sus instalaciones fueron entregadas a la Policía Civil.
Hoy, más que un simple y antiguo edificio, el cuartel es un recordatorio palpable de una época de esplendor, cambio y resiliencia. Su imponente arquitectura no solo adorna el paisaje de Amatitlán, sino que invita a mirar atrás y entender cómo el pasado moldea el presente de las comunidades guatemaltecas.




