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Cuentos de Belice, la obra olvidada que une fronteras

  • Con información de Eddy Roma/Colaborador
18 de septiembre de 2025, 11:44
Portada de la segunda edición, con un cuento adicional e ilustraciones del pintor Marco Augusto Quiroa. (Foto: Archivo)

Portada de la segunda edición, con un cuento adicional e ilustraciones del pintor Marco Augusto Quiroa. (Foto: Archivo)

En 1961, Alfonso Barrientos publicó Cuentos de Belice, un libro que narra tensiones históricas y culturales de la región.

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Los "Cuentos de Belice": un puente literario entre Guatemala, México y Belice. En 1961, el escritor guatemalteco Alfonso Enrique Barrientos cruzó la frontera hacia Belice y dejó como testimonio una obra poco conocida pero esencial: Cuentos de Belice. Producto de sus recorridos por el río Mopán y por la entonces aldea petenera de Fallabón —nombre derivado de la expresión inglesa fire a burn—, el libro se publicó en edición bilingüe, con el objetivo de llegar a lectores desde Benque Viejo del Carmen hasta más allá de la frontera.

La obra, que retrata el Belice sometido al poder colonial británico, fue recientemente revisitada por el escritor mexicano Wilber Sánchez Ortiz, originario de Tuzantán, Chiapas. Para él, descubrir este libro representó un hallazgo doble: literario e histórico. "Me acerqué sin conocer nada del autor ni de la literatura beliceña. Fue mi primera puerta hacia ese país", confesó.

Alfonso Enrique Barrientos recorrió el territorio beliceño para documentarse y escribir sus historias. (Foto: Archivo)
Alfonso Enrique Barrientos recorrió el territorio beliceño para documentarse y escribir sus historias. (Foto: Archivo)

Sánchez Ortiz quedó marcado por relatos como el de Nat Brown, personaje que simboliza la invisibilidad de los explotados frente a un imperio que nunca reconoció su humanidad. "Más allá del placer estético, me dejó una total zozobra", señaló. También encontró similitudes entre la situación colonial de Belice y la del Soconusco, en México, donde los campesinos indígenas quedaron bajo estructuras de poder manejadas por foráneos.

El autor mexicano considera que Cuentos de Belice ofrece una visión descarnada de un país atravesado por tensiones coloniales y migratorias. "Aquí me entero, por ejemplo, del arribo de trabajadores jamaiquinos, un dato que desconocía y que amplía la comprensión sobre la compleja composición social de Belice", dijo.

Benque Viejo del Carmen colinda línea de adyacencia de por medio con Melchor de Mencos. (Foto: Archivo)
Benque Viejo del Carmen colinda línea de adyacencia de por medio con Melchor de Mencos. (Foto: Archivo)

Sin embargo, lamenta que la obra haya quedado reducida a apenas cinco relatos y que no se haya reeditado desde 1978. "Es un despropósito. Estamos ante un libro que debería estudiarse y circular en al menos tres países: Guatemala, Belice y México", afirmó.

Recordaba haber leído el intento británico por crear, de manera disfrazada, la monarquía de los miskitos en toda la costa atlántica centroamericana y, desde luego, en ese clásico de Luis Cardoza y Aragón, Guatemala, las líneas de su mano, se hace referencia como el infausto imperio británico, a cambio de un camino que nunca construyó y, pretextando la explotación forestal, tomó en calidad de préstamo el territorio de Belice sin devolverlo.
Wilber Sánchez Ortiz,
escritor chiapaneco

Más de seis décadas después de su primera publicación, Cuentos de Belice sigue planteando interrogantes vigentes: ¿qué historias faltan por contar desde la voz de los mayas, los mestizos o los descendientes africanos? El legado de Barrientos, aunque breve, abre un camino literario que merece ser explorado de nuevo.

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