La idea de crear Banco de Arte nació en la infancia de Cristy Gramajo, cuando soñaba con aprender a pintar y no encontraba una academia formal en su natal Salcajá
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"Con este sueño en mente, comencé a dar clases en la casa de mis padres, trabajando con un solo alumno que llegaba de vez en cuando. También solía dar clases a mis hermanos, quienes me apoyaron en mis primeros pasos", recuerda Gramajo.
El verdadero impulso llegó el 28 de noviembre de 2022, cuando ofreció un taller de pintura en tela en la casa de sus padres, logrando reunir a 17 alumnos.

"Con el inicio del 2023, este sueño tomó forma oficialmente como academia Banco de Arte. En enero de ese año abrimos nuestras puertas para brindar clases formales, dando vida a un espacio donde el arte floreció a través de colores, técnicas y emociones compartidas", detalla la artista de 23 años.
Ser emprendedor no es sencillo, y menos en el mundo del arte, que requiere inversión económica, tiempo, creatividad e innovación constante.
La academia no solo imparte clases, también organiza ferias de arte, talleres, cursos, concursos, arteterapia y exposiciones pictóricas.

Actualmente, Banco de Arte tiene su sede principal en 2a. calle 0-71 zona 2 de Salcajá, y además cuenta con la Galería Banco de Arte en 9a. avenida C-56 zona 1 de Quetzaltenango, un espacio que ofrece clases, talleres y exposiciones mensuales.
Paso a paso
Para Gramajo, el crecimiento ha sido paulatino, y asegura que la clave ha estado en "ser innovadora, conocer a su público y mantener una visión clara", con el objetivo de fomentar el arte en todas sus expresiones y formar a nuevos artistas.
Quienes deseen conocer más del proyecto o inscribirse pueden comunicarse al 3609 6817 o en redes sociales como Banco de Arte Academia.

Desafíos de ser emprendedor
Según Verónica Yacabalquiej, coordinadora de proyectos en la Asociación IDEI, uno de los principales desafíos para los emprendedores es la sostenibilidad económica, ya que la mayoría no cuenta con un capital que les permita mantener el negocio durante los primeros meses.
"Muchos se emocionan en el proceso inicial, lanzan el producto sin estudio de mercado ni plan de negocio, y al final, ante los primeros meses de gastos e incertidumbre, terminan frustrados porque no logran la rentabilidad esperada", explica Yacabalquiej.

El caso de Banco de Arte muestra que, aunque el camino es retador, la pasión, la disciplina y la visión a futuro pueden convertir un sueño infantil en una academia y galería que promueve la cultura y la creatividad en la región.




