Conoce el intento fallido por capturar a la misteriosa mujer que se transforma en un ser maligno de origen maya que aterroriza Petén.
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Muchos son los mitos y leyendas que caracterizan a los pueblos de Guatemala, los cuales han sido transmitidos de generación en generación.
En conversación con el comunicador Walfredo Obando, el historiador Walter Heredia recordó que según contaban los abuelos, en cada pueblo petenero es normal escuchar sobre la Ixtabay.
Se dice que este personaje de origen maligno se dedica perseguir hombres enamorados y trasnochadores, quienes buscan nuevas aventuras con mujeres hermosas.

"Mi mamá nos contaba que en varias ocasiones corrió la alarma de que la Ixtabay se encontraba a orillas del pueblo y algunos vecinos valientes se dirigieron al lugar para buscarla y atacarla", recordó el profesor Osvaldo Hoil.
Al llegar, los pobladores tuvieron suerte y hallaron a la misteriosa mujer entre el monte, se unieron y como pudieron la amarraron a un tronco con el círculo de las vestiduras que ciñe la cintura de la imagen de Cristo Sepultado que sale en el Santo Entierro.
Por ser de noche, el temor se apoderó de ellos y decidieron dejarla atada para que no escapara. Acordaron volver más temprano y con la luz del día, averiguar su identidad.
"Sin embargo, bajo el asombro de todos, al día siguiente, en lugar de la misteriosa mujer, solo había una batea de las que se usaban en aquel entonces para lavar ropa", expresó Hoil.

Desde ese día no volvieron a buscarla, pues se confirmó que es un ser del mal que tiene la capacidad de desaparecer.
Legado común
De origen maya, la leyenda de la Ixtabay pertenece al acervo compartido por los pueblos asentados en la península de Yucatán.
El escritor yucateco Antonio Mediz Bolio, en su libro La tierra del faisán y del venado, alude a la Xtabay (así se escribe el nombre del lado mexicano) como una mujer tan bella, que ningún hombre puede resistirla.
Del lado petenero, la profesora Norma Baldizón de Castellanos dio una variante más amigable de la Ixtabay al mencionarla en su libro Isla de Flores (lecturas recreativas para niños), sin quien cause daño a quien la encuentre.




