Entretenido esto de ser humano. Los animales no lo logran. Ellos comen porque tienen hambre. Duermen porque tienen sueño. Migran porque hay que migrar.
Los seres humanos comemos por placer, por celebrar, por presumir y hasta dejamos de comer por vanidad, por un sueño o por protesta.
Nos reunimos en rituales extraños que desafían la lógica, simplemente porque somos capaces de darle significados complejos a las cosas.
Marchamos en masa por una causa. Expresamos nuestros sentimientos de maneras tan complejas como regalar una rosa o pintar una pared. Escribimos versos que hablan de la vida, la muerte, la felicidad y el desamor. Nos emocionamos en las salas de cine por cosas que sabemos nunca ocurrieron y vemos indiferentes la crueldad de lo cotidiano.
Los animales salen al paso sin conciencia real de que están allí o que nosotros estamos allí, ya sea para verlos o depredarlos.
Un abrazo puede incluir un mensaje larguísimo, como una mirada puede derretir en ternura o llenarnos de cólera.
Las estrellas dejan de ser estrellas para el humano, para ser mensajeros de los dioses, del destino.
Las líneas de las manos también marcan la vida futura.
Obsesionados con cosas que no serán nunca, avanzamos. Ellos, los animales, simplemente saben que tendrán que buscar alimento... Cuando tengan hambre.
A veces sospecho que ellos son más felices simplemente porque no tienen opción.






