Giovany Coxolcá, originario de San Andrés Semetabaj, Sololá, utiliza su verso como un puente para preservar las lenguas originarias y mantener viva la memoria de los pueblos indígenas, redefiniendo la literatura actual.
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Oriundo de la aldea Las Canoas, en San Andrés Semetabaj, Sololá, el poeta Giovany Emanuel Coxolcá Tohom se ha consolidado como una de las voces más representativas de la poesía indígena contemporánea en Guatemala.
Su obra, profundamente ligada a la cosmovisión kaqchikel, ha trascendido fronteras gracias a su publicación en editoriales de Guatemala, México y El Salvador, llevando el idioma y la identidad maya a escenarios literarios internacionales.

Su más reciente libro, "Voces imposibles" (Q'atzän ch'ab'äl), fue presentado en 2024. Editado por Índole Editores (El Salvador, 2023), este trabajo fue originalmente postulado en lengua kaqchikel al XVI Premio Mesoamericano de Poesía Luis Cardoza y Aragón, reafirmando su compromiso con la preservación y promoción de las lenguas originarias en la literatura contemporánea.
Coxolcá descubrió su amor por la poesía desde niño, participando en concursos escolares y escuchando las historias que su familia transmitía de generación en generación. Su padre relataba leyendas sobre gatos gigantes, mientras su abuela evocaba encuentros con criaturas míticas como el Ch'arakät b'aq, relatos que sembraron en él una profunda conexión con la tradición oral y la imaginación popular.

Obras destacadas
A lo largo de su trayectoria, el escritor ha publicado obras que reflejan su crecimiento poético y su compromiso con la identidad cultural. Entre ellas destacan "Las trampas de la metáfora" (Premio de Poesía Manuel José Arce, Editorial Universitaria, 2015), "Nuestra identidad en los pasillos de la palabra" (Editorial Universitaria, 2017) y "Don Quijote y las memorias de Ixmukané" (Premio de Poesía Editorial Praxis, México, 2021). Además, algunos de sus poemas forman parte de la antología "Nuestramérica es un verso" (Fondo de Cultura Económica, Perú, 2022).

El poeta reconoce que escribir en kaqchikel supone un desafío técnico y creativo, ya que muchas metáforas y giros lingüísticos carecen de un equivalente directo en español. Sin embargo, considera que la traducción es un puente entre culturas, que permite compartir la riqueza de su lengua con lectores de otras latitudes.
Para Coxolcá, la poesía es una herramienta de resistencia y una forma de mantener viva la memoria de los pueblos originarios. "El machete sirve para abrir camino, como el verso limpio abre paso al lector", afirma el autor, quien compara el trabajo en la milpa con el proceso de pulir un poema.




