Una gran grieta, de varios kilómetros de largo, apareció repentinamente en el sudoeste de Kenia, en África.
La rajadura, que no para de ampliarse, provocó el colapso de parte de la carretera Nairobi-Narok y fue acompañada por actividad sísmica en la zona. La información ha sido revelada por Lucía Pérez Díaz, investigadora posdoctoral del Grupo de Investigación de Fault Dynamics, Royal Holloway.

*Con información de CNN





