El incremento al salario mínimo mejora el ingreso, pero también activa nuevas obligaciones fiscales que inciden en lo que realmente recibe el trabajador.
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El reciente incremento al salario mínimo para 2026 no solo tendrá efectos directos en el ingreso de los trabajadores, sino que también implica ajustes fiscales que deben ser considerados tanto por las empresas como por los pequeños contribuyentes, explicó el analista Oscar Chile Monroy al referirse a la relación entre el nuevo salario y el Impuesto Sobre la Renta (ISR).
¿Cuándo se gana y cuánto se descuenta?
En el caso del sector no agrícola, el salario mínimo fue fijado en Q4,002.28 mensuales, a lo que se suma la bonificación incentivo de Q250, para un total de Q4,252.28. De mantenerse este ingreso durante todo el año, un trabajador que inicie labores en enero de 2026 devengaría Q51,027.36 anuales.

Sin embargo, de ese monto deben descontarse las cuotas laborales al Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), que ascienden a Q2,319.72 al año. Esto deja un ingreso neto de Q48,707.64. Al restar los Q48,000 que la ley permite deducir como gastos personales sin necesidad de comprobación, se obtiene una renta imponible de Q707.64.
ISR: ¿Cuánto se retiene?
Sobre esa base, los patronos están obligados a aplicar una retención del 5 % de ISR, lo que equivale a un impuesto anual de Q35.38. Este monto, distribuido mensualmente, representa una retención aproximada de Q2.94 al mes por trabajador.
Chile Monroy advirtió que es fundamental que las empresas realicen correctamente estas retenciones, ya que la Ley de Actualización Tributaria sanciona al patrono que no las practique con la no deducibilidad del gasto salarial, lo que puede generar un impacto fiscal adicional para la empresa.
Techo de facturación amplio
Por otro lado, el aumento al salario mínimo también tiene implicaciones para los pequeños contribuyentes. La Ley del IVA establece que pueden acogerse a este régimen quienes no superen ingresos equivalentes a 125 salarios mínimos del sector no agrícola.
Con el salario vigente en 2025, ese techo se ubicaba en Q465,381.25, pero con el nuevo salario de Q4,002.28, el límite se amplía a Q500,285 anuales.

Este ajuste, según el analista, representa un beneficio directo para los pequeños contribuyentes, pues les permite facturar un mayor monto de ventas o servicios sin salir del régimen.
Además, destacó que este techo se incrementará cada vez que haya un aumento al salario mínimo, ampliando de forma automática el margen para este sector.
En ese contexto, el especialista subrayó la importancia de que tanto trabajadores como empleadores comprendan cómo el incremento salarial incide en las retenciones de ISR y en el ingreso real que finalmente reciben los guatemaltecos, así como en las obligaciones fiscales que deben cumplir para evitar sanciones.





