La aprobación de un préstamo y la orden presidencial de rodear con militares la Asamblea Legislativa ha generado una crisis en El Salvador que llevó a la Corte Suprema de ese país decretar medidas cautelares, pero ¿qué es lo que realmente sucede?

Desde noviembre del año pasado el presidente salvadoreño Nayib Bukele presentó a la Asamblea Legislativa una iniciativa para aprobar un préstamo de 109 millones de dólares (unos 825 millones de quetzales) para financiar el Plan de Control Territorial, con el que se pretende atacar al crimen organizado y a las pandillas, pero fue a partir del pasado miércoles cuando el mandatario de ese país exigió que se ratificara.
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Los diputados hicieron caso omiso, debido a que, más del 50% del préstamo se utilizaría para la compra de cámaras, equipo de videovigilancia, helicópteros, patrullas y un buque. Según la Revista Factum, la compra se haría a una empresa que pagó un viaje del director de Centro Penales de ese país, hacia México, lo que provocó la vacilación de los legisladores.
La crisis se desató luego que la Asamblea de Ministros convocara a los congresistas a sesionar durante el fin de semana. Muchos analistas vieron la llamada como ilegal, pese a que el Gobierno salvadoreño utilizó su misma Constitución para escudarse. Pero las críticas se acrecentaron, al extremo que Bukele hizo un llamado a la insurrección, basándose también en su carta magna.
Bukele hizo que los ojos de la región se centraran en su país, luego que ordenó retirarse a los agentes policiales que resguardaban a los diputados, pese a que su labor está amparada en la Ley de Protección de Personas Sujetas a Seguridad Especial. Ademas, el sábado envió al Ejército a rodear la Asamblea Legislativa, lo que provocó el rechazo de los congresistas, quienes se negaron a asistir a la plenaria convocada
El orden constitucional aún no ha sido roto, la convocatoria está vigente y la plenaria debe realizarse el domingo a las 3pm.
Si los diputados no asisten, estarían rompiendo el orden constitucional y el pueblo tendrá la facultad de aplicar el artículo 87 de la Constitución.
Uso del Ejército
La llegada de los militares a la Asamblea Legislativa encendió las alertas. Incluso, el domingo, el mandatario salvadoreño acudió a la Asamblea Legislativa, se sentó en la mesa principal y oró frente a las cámaras. Su presencia, se indicó, era para discutir un plan de seguridad.

Luego de su irrupción, dos ciudadanos presentaron una demanda de inconstitucionalidad ante la Corte Suprema salvadoreña, quienes decidieron otorgar medidas cautelares y se ordenó al Ejecutivo a que "se abstenga de hacer uso de la Fuerza Armada en actividades contrarias a los fines constitucionalmente establecidos".
(Comunicado) Sala de lo Constitucional admite demanda de inconstitucionalidad y emite medidas cautelares
(Inconstitucionalidad 6-2020) https://t.co/5SIOKaQx0r
(Correcciones en comunicado) pic.twitter.com/6HAx3BkcIP
Además, solicitaron al Consejo de Ministros (integrado por el Presidente, Vicepresidente y los ministro de Estado), como autoridad demandada, rendir un informe en un plazo no mayor a 10 días hábiles. Y ordenó cesar la convocatoria de sesionar a la Asamblea.
La decisión no fue bien recibida por Bukele, quien, como acostumbra, se comunicó a través de Twitter para manifestar su rechazo y aseguró: "El sistema se autoprotege".
El sistema se auto protege.
Y así, es como las cosas siguieron igual... https://t.co/I6eZDeHdg0
Insurrección
Mientras muchos hablan de "golpe de Estado" en El Salvador, Bukele insiste en presionar a los diputados de la Asamblea Legislativa, incluso, aseguró que se colocará a la cabeza de una insurrección.
"Démosle una semana a estos sinvergüenzas. Los convocamos de nuevo si no aprueban el plan. Y si no, yo no me voy a poner entre el pueblo y el artículo 87 de la Constitución. Quedará en sus manos", aseguró invocando el artículo 87 constitucional.
El artículo 167, numeral 7 de nuestra Constitución es claro y no autoriza a los diputados a agregarle o quitarle palabras.
Están obligados constitucionalmente a asistir a la sesión extraordinaria.
Si alguien rompe el orden constitucional, el pueblo tiene el artículo 87.
Las acciones del mandatario salvadoreño no se han quedado allí. Un grupo parlamentario de Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) colocaron dos denuncias ante la Fiscalía General de la República contra Bukele por "sedición y rebelión" y una segunda contra el exdiputado Walter Araujo por "instigar a la sedición".
No fueron los únicos, la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, también accionó por la presencia de la Fuerza Armada dentro y fuera de la Asamblea Legislativa, hecho que según algunos críticos, fue comparada con los años de guerra que vivió ese país.
Las pesquisas ya iniciaron. Incluso, se ordenó hacer una revisión y análisis de los mensajes tuiteados por el presidente Bukele antes y durante el fin de semana, de acuerdo con documentos a los que tuvo acceso La Prensa Gráfica.
La reacción de Bukele
No obstante, ahora Bukele trata de minimizar sus acciones. En una entrevista aseguró que hablar del uso de las fuerzas armadas es "enfocarse en lo superficial" e insistió que sus acciones están respaldadas por sus seguidores, y basadas en ley.
Además, aseguró que si él quisiera podría tomar "el control". “El pueblo se enojó cuando pedí calma, pero si hubiera querido hubiera tomado el control de todo el Gobierno esta noche. (…) Tenemos todas las posibilidades para hacer lo que la gente me estaba pidiendo que hiciera”, dijo.
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* Con información de Revista Factum, RT, La Prensa Gráfica y ElSalvador.com






