La convivencia humana se basa en ciertos principios y reglas.
Uno de esos principios es el de cooperación. Este principio implica que no puedo imponer mi voluntad sobre otros para lograr mis fines. Allí aplican las reglas de la persuasión.
Luego tenemos reglas básicas de cortesía y buena educación.
En los últimos días ha circulado la "invitación" a una boda en la que los contrayentes piden dinero en efectivo a cambio de revelar el lugar en el que será la fiesta.
Llega a ser un caso tan emblemático que ha causado molestia en las redes sociales.
Se muestra que para poder completar el formulario de invitación hay que incluir el número de boleta de depósito.
Una boda es un acontecimiento mágico, sin duda. Uno en el que los novios buscan compartir su felicidad con amigos y familia. Sin embargo la cortesía y el principio de cooperación prácticamente impiden una broma como ésta.
Causa molestia, no por el hecho que muchos gustosos ayudarían, sino porque se impone. Si no tengo dinero para celebrar no celebro. Si tengo problemas económicos puedo pedir ayuda. Pero obligar a regalar es una mala combinación.
Así que les dejo el incidente y la foto de la invitación.





