En Londres, un comerciante explicó la forma extraña en que fue atracado. Según su testimonio, el ladrón le aplicó una especie de hipnosis para luego buscarle entre los bolsillos el dinero de las ventas del día.
El ratero ingresó a la tienda cuando el dueño ordenaba unas latas en el congelador. El delincuente le empezó a contar una historia sobre su esposa embarazada, y sin poder oponerse, le empezó a buscar entre los bolsillos. El robo fue de cientos de libras esterlinas. La cámara de seguridad comprueba su testimonio.
El tendero, llamado Aftab "Aziz" Haider, no podía dar crédito a lo que sentía. Apenas le tocó el brazo y lo inmovilizó. Le tocó los hombros y la espalda y le hizo una serie de gestos, hasta llegar por fin a los bolsillos.
Cuando logró despertar del letargo, Haider intentó seguir al ladrón, pero ya se había ido de la tienda.
La policía británica consignó en su reporte sobre esa especie de hipnosis.






