30/03/2023

"No fui buen estudiante": Luis Zea, científico guatemalteco que triunfó con la NASA

  • Por Selene Mejía
02 de febrero de 2023, 07:22
El científico guatemalteco, Luis Zea, contó a Soy502 cómo fue su vida de estudiante y su más reciente proyecto con la NASA. (Foto: Luis Zea)

El científico guatemalteco, Luis Zea, contó a Soy502 cómo fue su vida de estudiante y su más reciente proyecto con la NASA. (Foto: Luis Zea)

Sus notas bajas no fueron impedimento para que Luis Zea lograra cumplir sus sueños. Ahora, sus investigaciones destacan en la NASA.

EN CONTEXTO: NASA presume experimento de científico guatemalteco Luis Zea

El científico guatemalteco Luis Zea fue noticia tras liderar un experimento con levaduras lanzado al espacio. El proyecto contempló que las muestras viajaran alrededor de la Luna dentro de la nave espacial Orión.

Este proyecto, realizado en conjunto con la NASA, podrían ayudar a la humanidad en su lucha contra el cáncer. 

Esta es uno de los grandes proyectos que ha realizado el guatemalteco en Estados Unidos. Sin embargo, según cuenta él mismo, no fue el estudiante modelo y sus malas notas en matemática, casi lo obligan a abandonar sus sueños en el espacio.

(Foto: NASA)
(Foto: NASA)

Luis Zea, un apasionado por el espacio

El científico conversó con Soy502 acerca su pasión por el espacio y cómo fue su camino para llegar a la NASA

"Nunca fui buen estudiante y no tenía buenas calificaciones, por ello no conseguí becas para estudiar Ingeniería Aeroespacial, que era la carrera que me interesaba. Además, mi familia no tenía el dinero para ayudarme porque la carrera es muy cara. Apliqué a varias universidades nacionales, pero no me aceptaron por mis malas notas del pasado", reveló. 

"Estaba muy flojo en matemáticas y física, fallé en las primeras pruebas para ingresar a la Universidad del Valle, por ello tomé cursos libres y ahí cambió mi vida. Me desvelé los siete días de la semana por seis meses hasta que aprendí lo que no hice en el colegio y logré pasar las dos clases con 61 que era el mínimo, muy raspado (risas) pero estaba muy orgulloso de mí pues, a pesar de ser la nota más mediocre del mundo, para mí significaba demostrar que sí podía. Luego volví a aplicar a la universidad, pero no me aceptaron de nuevo porque mate y física no eran mis fuertes. Sin embargo, mostré que había sacado los cursos libres que demostraban que sí podía y me aceptaron condicionalmente", explicó. 

"Me gradué de Ingeniería Mecánica en la Universidad del Valle (2005), limpio con buenas notas. Ya había cambiado mi enfoque, me volví súper disciplinado, a diferencia de mi tiempo en el colegio cuando era muy 'pelex' y todo lo que hacía era patinar", contó.

(Foto: Universidad del Valle de Guatemala)
(Foto: Universidad del Valle de Guatemala)

Luis dijo que le gusta contar esta historia por fuertes motivos:

"Quiero que conozcan esta etapa de mi vida, pues ahora sé la importancia de las buenas notas, son una llave que nos permite abrir puertas que a la vez, nos llevan a dónde queremos ir y como yo no las tenía, todo se me hizo más difícil", explicó.

También agregó: "Otro aspecto indispensable es estar bien motivado, saber hacia dónde se quiere llegar y hacer un plan de pasos, sabiendo que a la larga todo es cambiante, a veces las cosas no salen como uno las imagina. Así que, teniendo varias opciones, puedes ir actualizando el plan sin dejar de perseguir la meta o sueño trazado a largo plazo".  

Tras culminar su carrera en la Universidad del Valle, Zea trabajó dos años y a la vez aplicó a universidades en Estados Unidos para continuar el objetivo de dedicarse a una profesión relacionada con el espacio.

¿Cómo logró viajar a Estados Unidos? 

"Como no sabía si lograría ir a Estados Unidos me dediqué a estudiar alemán por dos años, cinco días a la semana, de 6:30 a 8:00 de la mañana, antes de entrar a la universidad. Mi plan "A" era venir a Estados Unidos, pues aquí es donde está pasando lo más cool de Aerospace, si no lograba venir, mi plan "B" era ir a Alemania. Después de aprender alemán en mis horas de almuerzo aprendí portugués porque mi plan "C" era ir a Brasil para estudiar una maestría en ingeniería aeroespacial", cuenta Zea.

"Mi idea era cubrir todas las opciones entre los países más fuertes en la rama, afortunadamente el plan "A" me funcionó después de dos años de probar. El primer año no me aceptó ninguna universidad, pero el segundo año me aceptaron dos universidades con todo pagado, así entré a la "University of Central Florida" en Orlando (2006), donde estudié mi maestría en ingeniería aeroespacial y me gradué en 2008, luego trabajé dos años", explicó.

Tras este largo recorrido académico, Luis ingresó a la University of Colorado Boulder donde hizo un doctorado en ingeniería aeroespacial con enfoque en bio-astronaútica.

¿Cómo pagó sus estudios en el extranjero?

"En lugar de buscar becas utilicé dos mecanismos, uno llamado Graduate Research Assistant (Asistente de investigación de posgrado), donde te pagan la maestría o el doctorado y te dan un sueldo", detalla el científico.

"La segunda forma que usé fue buscar un puesto como Asistente de enseñanza de posgrado, que en Guatemala se conoce como "tutor" de curso, cuando un profesor o profesora cuenta con estudiantes que les ayudan a calificar y otras cosas, esto te paga la universidad y te dan un sueldo, así logré estudiar", reveló. 

Luego de terminar sus estudios Universitarios, Luis Zea inició su carrera: "Me quedé en academia y eventualmente me convertí en profesor de investigación en esa universidad, hasta la fecha he trabajado en 20 proyectos que han ido al espacio, 19 experimentos en el Space Shuttle y la Estación Espacial Internacional, también fui un miembro del equipo de Quetzal-1, primer satélite guatemalteco desarrollado por estudiantes en la Universidad del Valle de Guatemala".

"Desde chiquito el espacio siempre fue mi pasión y todavía lo es, trabajo en eso y cuando tengo un poco de tiempo libre en casa veo películas o leo noticias del espacio, me considero un apasionado", dijo.

Los proyectos en la carrera de Luis Zea

El científico contó sobre sus trabajos recientes: "Me gusta dar charlas motivacionales y algo que siempre digo es que, si no dejamos nuestra zona de confort es más difícil desarrollarnos profesionalmente, cuando nos aventamos al agua es natural tener miedo a lo desconocido sin saber si nos va a ir bien o si vamos a fallar, lanzarse te permite abrir paso a más oportunidades", expresó. 

Actualmente el guatemalteco trabaja en Sierra Space donde es parte del desarrollo de una nave espacial y una estación espacial, además continúa con los experimentos científicos en la NASA.

Acerca de Space Biofilms contó: "Fueron dos experimentos biológicos que llevamos a la Estación Espacial Internacional, ambos regresaron, en ello estuvo Pamela Flores, quien hizo su tesis al respecto, además de tres estudiantes de la Del Valle que también trabajan sus tesis. El proyecto termina cuando los estudiantes defiendan sus tesis en 2023", afirmó. 

El viaje de las levaduras

"El experimento se llama DSRG (Deep Space Radiation Genomics) o Genómica de la radiación espacio profundo, un aparato del tamaño de una caja de zapatos que lleva en su interior diferentes componentes, algunos de ellos hechos por estudiantes de la Universidad del Valle de Guatemala bajo la tutoría de dos catedráticos. Ellos nos dieron las partes que están dentro de este cohete", dijo. 

Según explicó el guatemalteco, la investigación consiste en el vuelo de 12 mil mutantes de levadura, ya que con ella los seres humanos comparten un gran porcentaje de genes.

"Existen varios genes en la levadura que también están en el humano y queremos investigar cómo es que las células reparan el daño de la radiación espacial, esa información nos puede servir para tener vuelos más seguros al espacio profundo, además ese conocimiento nuevo nos podría ayudar en la tierra para ver cómo podemos mejorar los mecanismos de reparación de A.D.N.". 

"Por ejemplo, una de las bases del cáncer se da cuando una célula tiene una mutación. El ADN está hecho de 4 diferentes tipos de bloques: el A, el C, el T, y el G. Por ejemplo, si uno está mucho tiempo bajo el sol, la radiación ultravioleta puede cambiar una letra por otra y eso es una mutación, nuestras células tienen mecanismos para identificar las mutaciones y cambiarlas. El problema es cuando las células no identifican algunas de esas mutaciones y no se repara el ADN, entonces se multiplican y esta es una de las bases del cáncer, cuando hay una mutación de forma descontrolada. Algo que vamos a investigar con las levaduras es cuál de los mecanismos de reparación de ADN son más eficientes bajo ese ambiente de radiación espacial y ver si ese tipo de información nos puede ayudar a buscar formas novedosas de resolver esos problemas.

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