El presidente Arévalo anunció un censo con tecnología biométrica en las cárceles del país para establecer la identidad de todos los privados de libertad. Pero, ¿por qué no se ha realizado antes?
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Actualmente, las autoridades de Gobierno no tienen conocimiento de cuántos privados de libertad hay en los 22 centros carcelarios. La cifra se mantiene arriba de los 25 mil, pero lejos del número crudo, se desconoce detalles de quiénes son y si son quienes dicen ser.
Aunque en los protocolos del Sistema Penitenciario (SP) se detalla que se deben realizar dos conteos, uno en la mañana y otro en la tarde, muchas veces, son los mismos privados quienes ejecutan el proceso. En otras ocasiones, los guardias lo hacen por nombre y número de reos, pero no tienen cómo verificar que sea la persona correcta.
Por eso ahora, ante la crisis en el SP, el presidente Bernardo Arévalo, plantea un censo, para identificar a cada reo, aunque pareciera un proyecto novedoso, ya se ha intentado antes, pero la falta de voluntad política, el presupuesto y hasta la tecnología lo ha impedido, según expertos en el tema.

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Soy502 consultó con dos exdirectores de presidios para conocer interioridades de esta Institución. Luis Escobar, quien estuvo en el cargo en el 2020, recordó que iniciaron un proyecto para que cada privado de libertad tuviera Documento Personal de Identificación (DPI), ya que muchos no carecían de cédula de vecindad, esto además, permitiría identificarlos a todos.
El proyecto inició a través de un convenio con el Registro Nacional de Personas, quien llegaría a cada centro carcelario a tomar los datos, pero hubo obstáculos, lo que impidió que se concluyera.
"Más que un censo, porque no se le estaba preguntando nombre, se estaba haciendo la creación de DPI para cada privado de libertad y por eso fue la propuesta de trabajo articulado entre Sistema Penitenciario, Renap y Ministerio de Gobernación, para que se llevara la tecnología porque no podemos sacar a los 26 mil privados de libertad para ir a registrar su huella.
La idea era que el Renap llegara a los centros. "Se cumplió con esa función en su momento, pero lo que no teníamos era servidores potentes para poder cargar la información, por eso fue decayendo el proyecto, después de mi salida no le quisieron dar seguimiento", comentó Escobar.
Aunque el proyecto no terminó, se logró proporcionar DPI acerca de 3 mil 500 reos.
También hubo pláticas con el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) para la elaboración de un censo. Dicho organismo apoyaría con la creación de una boleta, pero por el recorte de Estados Unidos y USAID se perdió esa oportunidad. Cuando el Sistema Penitenciario lo iba a hacer de manera independiente, no hubo recursos económicos.
En la gestión de Luis José Bolaños en abril de este año, se estuvo en pláticas con la Embajada de Estados Unidos en Guatemala para realizar ese censo enfocado en identificar a los privados de libertad a través de sus huellas, pero la falta de apoyo del mismo Ministerio de Gobernación lo impidió, según su relato.
"Cuando estuve de director, estuvimos en pláticas con la embajada americana, ellos iban a donar un equipo y se iba a empezar a tomar huellas a todos los privados de libertad", describió.
Describió que con el equipo que daría la Embajada, se tomaría una foto a cada privado de libertad y se iba a identificar con huella, pero "no se avanzó porque la sede diplomática pedía que se hiciera un agregado: "la PNC tiene una base de datos con todas las huellas, el sistema AFIS, que donó Estados Unidos, pero como pertenecía a PNC, se tenía que modificar su protocolo e incluir la autorización al SP para utilizar la base de datos de huellas y arrojar ahí la información", recordó.
Además, en ese momento el SP carecía de una base de datos y la embajada en mención no quería invertir de nuevo en otro sistema porque la PNC ya tenía uno. "Por cuestión, no sé política o no sé qué pasó, ese cambio en el protocolo, donde PNC tenía que autorizar, no se llevó a cabo, por eso ese proyecto se cayó. La idea era tener la huella de todos los privados de libertad, precisamente para identificarlos a todos", explicó Bolaños.

Falta de voluntad
Al menos dos proyectos anteriores no se concretaron por falta de voluntad política y ahora que se plantea un censo por el Gobierno es porque el SP no tiene conocimiento real de la cantidad de privados de libertad, según el entrevistado.
"No hay una tecnología para identificar a los privados que hay adentro, y con lo de la fuga, ha habido casos de suplantación de privados de libertad, principalmente de las maras, porque no se tiene una base de datos actualizada de todos los privados de libertad", relató.
Bolaños dijo que por el momento, lo único que tiene el SP es el Sistema de Información Penitenciaria, solo se hace constar "cuando el privado de libertad ingresa al centro de detención, los encargados, llenan la ficha de registro, y hasta ahí, se le toma la foto, el motivo de su ingreso, de qué juzgado viene, la edad".
Citó casos en que no hay información de los DPI, "porque no lo tienen, o no se recuerdan. Cuando ves los registros de las personas que ya tienen 15, 20 años de haber llegado, e ingresaron a los 18 años (hoy ya tienen 38) la foto que tiene en el sistema es de joven y es lo único que tiene el SP para identificar a los privados"
"Es necesario dotar al SP de esa tecnología para que pueda identificar a los privados de libertad", sentenció Bolaños y agregó que el censo podría apoyar en la reclasificación de reos e identificar si hay personas suplantándolos.
Respecto al censo anunciado, Escobar acotó: "debería ser parte de una ficha de información general, debería haber un programa, qué delito cometió, en que condición está, cuáles han sido sus movimientos de las cárceles, ese registro lo debería llevar el Ministerio de Gobernación"
Escobar concluyó en que se debe instalar una mesa técnica y dar soluciones en 20 días. También se refirió al tema presupuestario, porque cuando estuvo en funciones, la asignación era de los Q503 millones "que no alcanzaban, pues, el 80% se iba en funcionamiento, además de tecnología de punta que acabe el cáncer de la guardia penitenciaria".




