Principales Indicadores Económicos

No más borrachos al volante

  • Por Soy502
01 de febrero de 2015, 22:41

La vida cambia en un segundo, lo sabemos.

En un momento estamos bien, enteros, felices y de pronto ¡zaz!, la muerte nos arrebata a nosotros o a un ser querido, o caemos en una dificultad enorme.

Eso le ocurrió al bombero Henry Hernández hace 15 días. Estaba atendiendo con sus colegas una emergencia de madrugada, sobre la Carretera Interamericana, cuando un conductor borracho lo atropelló.

A raíz de este accidente, Hernández perdió una pierna. Pasó varios días en el hospital y después regresó a su casa, acostado en una camilla.

Antes del accidente, su plan era tomar un curso para volverse electricista. Ahora, la incertidumbre reina en su casa. El Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, Igss, le ha ofrecido una prótesis.  Pero antes de que la pueda usar con naturalidad, vendrán semanas o meses de rehabilitación para lograr algo muy básico: volver a caminar.

Y mientras tanto, ¿quién velará por su familia? ¿Quién pondrá comida sobre su mesa?

Como Hernández, innumerables guatemaltecos han sido víctimas de conductores borrachos que van por la calle destrozando vidas, pues saben que no hay sanciones de peso para su irresponsabilidad.

Todos conocemos al menos a una familia que ha atravesado por una tragedia a causa de alguien que se pasó de tragos y se metió a su carro tambaleándose y asegurando que lo cuidaría El Cadejo.

Conocemos también a personas que han provocado estos accidentes y ahora viven con ese peso encima. Me consta que no todos olvidan con desparpajo sino que llevan esa piedra en la conciencia.

Ahora, el gobernador de Guatemala, Luis Alfonso Palma Espinoza, ha propuesto retirar la licencia de manera perpetua a los automovilistas borrachos.

Yo aplaudo esta medida. Ojalá las autoridades se coordinen para poder implementarla de una forma integral que tampoco se preste al abuso y la extorsión de las autoridades.

Es urgente evitar que se multipliquen las muertes innecesarias y las vidas truncadas por lesiones irreparables, pero hay que hacerlo con rigor y método.

Ante todo, resulta evidente que la norma debe incluir una definición certera de qué es “estar borracho”.   ¿Se castigará a quienes beban una cerveza o dos o sólo a quienes tengan más de cuatro entre pecho y espalda? ¿Cómo se medirá el grado de “alcoholemia”?

Se requiere  de aparatos precisos para que los conductores detenidos exhalen y se pueda medir cuanto licor han consumido.

Asimismo, la idea de esta normativa debe ser sobre todo preventiva, no pretender que vivir sin licencia es suficiente castigo para quien ha matado a una persona. No se trata de retirar permisos de conducir y ¡ya!, que homicidios o lesiones provocados en accidentes graves queden impunes.

Henry Hernández sufrió la amputación de una pierna y la otra se encuentra en riesgo. (Foto: Facebook Henry Hernández)
Henry Hernández sufrió la amputación de una pierna y la otra se encuentra en riesgo. (Foto: Facebook Henry Hernández)

El conductor que atropelló al bombero Henry Hernández y le arrancó la pierna debe ser perseguido por la justicia y debe reparar, en el grado de lo posible, el daño inmenso, incuantificable, que ocasionó.

Es un insulto que  ese señor haya quedado en libertad con el pago de una fianza y que tenga altas posibilidades de salirse con la suya. Eso no puede ser. La vida del bombero Hernández merece respeto y sobre todo, una reparación. Que ni él ni su familia pasen mayores penas luego de este accidente que ha alterado ya para siempre su destino.

El bombero Hernández tiene dos hijas.  Ojalá la justicia no las desampare por ese segundo infausto, funesto, que le cambió la vida a su papá.

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