Barack Obama ha propuesto la creación de crear en Alaska el mayor santuario natural en más de medio siglo. Las asociaciones ecologistas agradecen la idea pero los congresistas republicanos y los políticos de ese estado la critican.
El Refugio Nacional de la Fauna del Ártico, contará con 50.000 kilómetros cuadrados de áreas protegidas en el noreste del estado de Alaska, hogar de osos polares, caribús y decenas de especies de aves.
Cindy Shogan, directora ejecutiva de Alaska Wilderness League, celebró la propuesta de Obama, que dotará "con el mayor nivel de protección existente" a un área virgen del tamaño de Costa Rica y que eximirá de la explotación petrolífera una zona de 6 milkilómetros en la llanura costera del norte de Alaska.
Por su parte, John Sterling, director ejecutivo de Conservation Alliance, recordó que el número de empleos que creará la industria de turismo sostenible será mayor que los puestos de trabajo vinculados a la explotación petrolera.
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La posibilidad de que la zona albergue reservas de hidrocarburos había puesto en el punto de mira de la industria petrolífera.
Por ello, la Casa Blanca quiere elevar el nivel de protección incluyendo en el mapa una amplia zona costera con potencial petrolero.
El nivel de protección propuesto por la Casa Blanca prohibiría todo tipo de actividad industrial a gran escala, así como la construcción de carreteras u otras infraestructuras con amplio impacto ambiental.
El Refugio Nacional se convertiría así en un paraje de importancia equivalente a los parques naturales de Yosemite, Yellowstone o el Gran Cañón.
Bill Walker, el gobernador del estado de Alaska, aseguró este domingo que el anuncio de la Casa Blanca es "una declaración de guerra al futuro de Alaska".





