Vendedores, automóviles, grupos de música, encargados de limpieza y familias completas son algunas de las estampas que ofrece la fecha del uno de noviembre en los cementerios capitalinos cuando se celebra el día de Todos los Santos, fecha en que se recuerda a los difuntos y se acostumbra "enflorar" sus tumbas.

La tradicional visita se efectúa con una buena cantidad de ramos de flores y velas, para quienes tienen la capacidad económica de hacerlo, de lo contrario puede ser sólo la visita simbólica de limpiar y arreglar la tumba que al final también tiene un costo. Sin embargo otros grupos familiares optan por llevar comida y bebidas para "compartir" con el ser querido ausente.

Para hoy se tiene previsto que los ocho cementerios capitalinos reciban la asistencia de por lo menos un millón de visitantes, y para ello cada localidad tiene establecida una agenda de actividades particularmente en los privados. Los camposantos abren sus puertas desde las 6 de la mañana y cierran alrededor de las 6 de la tarde.

El tránsito se complica más de lo habitual. Uno de los puntos de mayor congestión es el Cementerio General por la cantidad de puestos de comida y flores que se instalan frente al lugar. Visitantes al lugar indicaron que si bien la fecha intenta ser una reflexión espiritual, algunos lo han tomado como una especie de "celebración". Además criticaron el costo de algunos servicios como los de mantenimiento que para estas fechas se cobran a no menos de 250 quetzales al igual que los precios de las flores y el agua que no bajan de 50 o 100 quetzales.

"Al final lo mejor es que tenemos un momento para pensar en nuestros muertos y convivir con ellos aunque ya no los podamos ver y tocar" dijo Rosa Elena Vásquez quien llegó a visitar la sepultura de su progenitora.





