Nico y Lola son dos jóvenes argentinos que han tomado la bandera de la divulgación científica para cruzar América de punta a punta, de Buenos Aires a Alaska, en una furgoneta brasileña de 1981 que será su hogar durante dos años.
"La idea es que los chicos puedan descubrir dónde encontrar la ciencia en su vida cotidiana" y erradicar el postulado de que la "física o la química son cosas aburridas", explica Nicolás Poggi, ingeniero industrial e impulsor del proyecto que lleva adelante con su novia, Lucila Munilla Lacasa, periodista y fotógrafa.
"Queremos que los chicos puedan hacer sus propias experiencias" y a través de ello profundizar "la interacción con los chicos y las comunidades locales", agrega.
"Contamos con el apoyo y la experiencia del equipo del Exploratorio de San Isidro", un espacio donde se realizan experimentos con electricidad, magnetismo, química, física, energía solar, neumática, aerodinámica, y que los orienta con los ejercicios más adecuadas.
La idea, relata, surgió en un viaje a Perú, en 2013: "Pensamos que en 15 días no nos daba tiempo de recorrer, conocer y establecer contacto con las personas del lugar" y llevamos desde entonces "preparándonos para este momento".
"Pensamos que había que hacer algo distinto y barajamos viajar mostrando cine, pero al final nos decidimos por la divulgación científica", continúa.
"Nico", como le gusta presentarse, se confiesa un "apasionado" de "llevar la teoría a la práctica" y admite que detrás del viaje se esconde un cambio de vida y una búsqueda personal.
"Despertarnos y acostarnos en diferentes lugares todos los días, conocer, recorrer, compartir, aprender y relacionarnos con gente que nunca hubiéramos conocido en Buenos Aires. No queremos cruzar más la calle apurados" sino "dejar una huella y que otros dejen huellas en nosotros", asegura.
Para realizar su sueño, hace un año vendieron su coche y buscaron un vehículo "fácil de reparar y encontrar repuestos en distintos países", que resultó ser una camioneta de fabricación brasileña de 1981, que adaptaron y prepararon para empezar el viaje apenas unas semanas después de terminar sus carreras universitarias, el pasado 10 de agosto.





