El sitio arqueológico San Bartolo, en Petén, fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación según informó el Ministerio de Cultura y Deportes.
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Autoridades anunciaron de manera oficial en el Diario de Centro América este 18 de agosto, el acuerdo ministerial 668-2023 que cataloga al yacimiento ubicado en el municipio de Flores, como una joya que debe ser preservada.
Según el documento, la opinión técnica DEMOPRE No. 005-2022/mkpa de fecha 28 de octubre de 2022, emitida por el Departamento de Monumentos Prehispánicos y Coloniales; el dictamen financiero No. 007-2023 de fecha 8 de febrero de 2023, emitido por el Departamento Financiero; Dictamen técnico No 17-2023/DT-IDAEH de fecha 17 de marzo de 2023, emitido por la Dirección Técnica del Instituto de Antropología e Historia (IDAEH)- y Dictamen Jurídico No. DAJ -70-2023 de fecha 26 de abril de 2023, emitido por la Delegación de Asuntos Jurídicos, de la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural del Viceministerio de Patrimonio Cultural y Natural de este Ministerio, dieron dictamen forma favorable para la procedencia de declaratoria de Patrimonio Cultural de la Nación.
A partir de ello, el Registro de Bienes Culturales y Coloniales de la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural del Ministerio de Cultura y Deportes, deberá de hacer la inscripción correspondiente y la Dirección Técnica del (IDAEH) de la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural deberá de emitir las medidas de protección para el Sitio Arqueológico San Bartolo.
¿Cuál es la importancia de San Bartolo?
Este es un pequeño yacimiento arqueológico maya precolombino cuya importancia se debe al descubrimiento de una serie de murales que datan de los siglos 100 a.C. del período preclásico tardío y que cuenta la historia del Dios del Maíz, de la creación de la civilización maya, del origen del universo y del calendario, además de marcar el surgimiento de los primeros reyes mayas y de la evidencia de escritura más temprana.
El área ya era conocida por la comunidad y por los chicleros, incluso fue foco de saqueadores, sin embargo las pinturas murales fueron descubiertas en 2001 por el arqueólogo estadounidense Dr. William Saturno, con el apoyo del guía local Anatolio López y por Bernhard Mittelstaedt. La interpretación fue realizada por la arqueóloga Heather Hurst.
La expedición para examinar el área fue patrocinada por el Corpus of Maya Hieroglyphic Inscriptions del Museo Peabody de la Universidad de Harvard con el fin de documentar monumentos con textos jeroglíficos.
Los murales fueron hallados dentro de la "Pirámide de las pinturas" y estaban suspendidos en el aire y casi destruidos debido a que los saqueadores habían creado un túnel en el área, la excavación para el acceso al interior del lugar que llevaba a las pinturas in situ tomó cinco años, mientras el estudio de los fragmentos murales tomó 8 años y aún continúa siendo foco de estudio.
El templo donde fueron hallados estos preciados dibujos es llamado por los expertos a nivel internacional como la auténtica "La Capilla Sixtina de los Mayas".