Entre disparos, Santa Cristina envió un audio de WhatsApp a su familia, alertando sobre la masacre de Tamaulipas. Días después, su familia confirmó que ella también estaba entre las víctimas mortales.
___
EN CONTEXTO: Masacre en Tamaulipas: el drama de los familiares en Guatemala
___
Santa Cristina García Pérez emigró de Guatemala a Estados Unidos en enero. La joven decidió emprender el viaje porque quería trabajar para darle un mejor futuro a sus diez hermanos y sus padres, que residen en la aldea Tuilelén, de Comitancillo, San Marcos.
Su familia la apoyó. Entregaron la escritura de su casa para obtener un préstamo que les permitiera pagar un anticipo de Q20 mil al “coyote”, que la guiaría en su trayecto. Pero ella nunca llegó a Estados Unidos, es una de las 16 víctimas guatemaltecas asesinadas en la masacre de Tamaulipas, México.
La joven habría cumplido 20 años, el 9 de abril. Antes de emigrar, trabajaba en una tienda de Zacapa. “Trabajaba más y ganaba menos, no estaba bien. Ella se fue por la difícil situación económica en Guatemala”, explica su hermano mayor, Óscar García.
El último mensaje, entre disparos
Óscar García recuerda que su hermana mantuvo constante comunicación desde que salió de su aldea el 12 de enero. El 20 de enero les envió un audio por WhatsApp, en el cual se escuchaban disparos y alertaba que estaban asesinando a los compañeros migrantes que viajaban junto a ella. Ese fue el último mensaje que recibieron.
Tres días después, las autoridades mexicanas localizaron dos camionetas incineradas con los cuerpos calcinados de 19 personas en Camargo, Tamaulipas, estado mexicano fronterizo con Texas. Esto solo confirmó los temores de la familia de Santa Cristina, que creían que ella también había sido asesinada.
Así que sus familiares acudieron a realizar las pruebas de ADN y, tras los análisis, les confirmaron que la joven era una de las víctimas.
Para las familias de los guatemaltecos ha sido un proceso lento y agotador, pues pasaron casi dos meses para poder repatriar los cuerpos de los connacionales. En su caso, el hermano de Santa Cristina comenta que él se ha encargado de las diligencias para evitar más sufrimiento a sus padres.
Comitancillo
Comitancillo es el cuarto municipio de San Marcos con más deportaciones, según los registros del Instituto Guatemalteco de Migración (IGM). Los pobladores huyen de la pobreza y la falta de oportunidades. Santa Cristina solo estudió el nivel primario y empezó a trabajar para ayudar a su familia.
La mayoría de las viviendas en el municipio está construida con adobe y láminas. Algunas casas tienen paredes de concreto y son de dos pisos. Estos inmuebles suelen pertenecer a las familias que tienen parientes en Estados Unidos y reciben remesas.
La investigación
Este viernes 12 de marzo de 2021, los cuerpos de las víctimas fueron trasladados a Guatemala.

El Ministerio de Relaciones Exteriores (Minex) confirmó que están bajo protección cinco guatemaltecos y tres mexicanos que sobrevivieron a la masacre. “Hay sobrevivientes y todos están bajo el proceso de entrevistas con el acompañamiento de las autoridades”, aseguró el canciller Pedro Brolo.
De momento, en México doce policías estatales han sido arrestados y se les acusa de homicidio calificado, abuso de autoridad y falsedad en informes.

Tras las primeras pesquisas y un análisis del lugar, la fiscalía mexicana reforzó la hipótesis de una alteración del crimen: uno de los vehículos tenía 113 impactos de bala, sin embargo, no lograron localizar todos los casquillos. También identificaron contradicciones con el informe policial.
El fiscal Irving Barrios señala que las pruebas que sostienen esta hipótesis son registros y análisis de llamadas telefónicas, análisis de geolocalizaciones, dictámenes especializados en imágenes de video vigilancia. Los policías detenidos habrían confesado que mataron a los migrantes, pero negaron haberlos quemado y desmembrado.
La Fiscalía todavía investiga la posible vinculación de esta matanza con disputas del Cartel del Noreste (CDN) y el Cartel del Golfo (CDG).
Tamaulipas es la ruta más corta para llegar a Estados Unidos desde Guatemala y es peligrosa por la presencia de bandas que secuestran, extorsionan y asesinan a migrantes.
En 2010, asesinaron a 72 personas que buscaban llegar a Estados Unidos, cerca de San Fernando, en Tamaulipas. Esa masacre se atribuyó al Cartel de los Zetas.