Sergio Chumil, pedalista guatemalteco, está demostrando de qué está hecho en la Vuelta a España y entre las adversidades de cada tramo, el que su equipo Burgos Burpellet BH haya tenido ya 4 bajas, y él sufra de una gastroenteritis, está sacando fuerzas de flaqueza con tal de terminar las 21 etapas.
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El tecpaneco se apuntó una jornada más este sábado, la de 135.9 kilómetros entre Avilés y Lagos de Somiedo. Debilitado por el cuadro infeccioso, sin ya casi compañeros de batalla y peleando como todo, un gladiador no dio lugar al abandono y sus piernas le dieron para entrar en la última posición (157).
Si de por sí, el nivel de la contienda es alto, Chumil, ha mostrado gallardía y coraje para completar su misión. No solo resiste al desgaste de cada kilómetro, las condiciones climáticas, sino también a las náuseas y a los calambres estomacales, derivado de su padecimiento.
En Lagos de Somiedo ingresó 35 minutos y 25 segundos rezagado del ganador del día, el español Marc Soler, un registro que lo hizo descender hasta el puesto 68 de la clasificación general, a 1 hora, 55 minutos y 41 segundos del líder, el danés Jonas Vingegaard (53 h, 19 m y 49s).
Al ciclista guatemalteco le sobran las ganas por firmar lo histórico y ser el primero de nuestro país en completar una de las tres grandes vueltas, pero también dependerá de cómo responda su cuerpo. Este domingo le tocan 167.8 kilómetros, antes del contar con descanso el lunes.




