La lluvia suele sorprender en Viernes Santo pese a estar en verano, pero podría haber una explicación.
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Sin duda alguna las actividades de Viernes Santo son de lo más triste de la mitología judeo-cristina, ya que el salvador de la humanidad es crucificado, hecho que ha sido relacionado con la lluvia que suele caer durante esta conmemoración.
De acuerdo con la fe cristiana, a las 3:00 de la tarde, hora en que fallece Jesucristo, los cielos se tornaron grises y cayó una lluvia incontrolable. Y cada año, justo el Viernes Santo, suele llover, por lo que durante generaciones se ha relacionado con las escrituras.
Sin embargo, podría haber una explicación, más allá de las razones poéticas cristianas, pese a que está conmemoración cae en fechas diferentes cada año, aunque esta situación fundamentaría gran parte de las razones por las que suele llover.
En el año 325, el Concilio de Nice decidió que la Pascua de Resurrección debía realizarse el domingo inmediato a la primera Luna llena tras el equinoccio de primavera. Es así como el Domingo de Ramos cae siempre el domingo anterior a dicha luna.
En el equinoccio de primavera, donde los días son más largos que las noches, es habitual un tiempo inestable y lluvioso, con cambios súbitos.
Además, a comienzos de la primavera se suele producir el fenómeno de la "gota fría" o Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), explican expertos en meteorología.
Es decir, el equinoccio de primavera es catalogado como un tiempo indefectible de marejadas y de accidentes meteorológicos dramáticos.







