Principales Indicadores Económicos

  • Por Soy502
25 de octubre de 2013, 00:07

Eléctrico, desequilibrante, veloz, espectacular en la definición… así era George Best, un hombre, como lo dictaba su apellido, nacido para ser el mejor.

Best era de esa clase única de futbolistas, todo un crack que restauró en la década de los 60 al Manchester United, club que se retorcía entre sus cenizas tras el triste accidente aéreo de 1958 en Múnich, Alemania, en el que fallecieron ocho de sus integrantes.

En 1969 dejé las mujeres y el alcohol: fueron los peores 20 minutos de mi vida
George Best
, Futbolista del Manchester United

“Georgie” nació en Belfast, Irlanda del Norte, una fría mañana del 22 de mayo de 1946. Luego de abandonar la práctica del rugby, se decantó por el fútbol y a los 15 años fue descubierto por uno de los ojeadores del equipo inglés, con el que debutó en 1963 en la ahora Liga Premier.

Junto a Bobby Charlton, otra de las legendarias figuras de los “Diablos Rojos” y sobreviviente del fatídico avionazo de Múnich, guiaron al Man U a los títulos de liga en 1965 y 1967, además de la Copa de Europa de 1968, final en la que derrotaron 4-1 al Benfica de Portugal del gran Eusebio.

Su talento sobre el césped de Old Trafford hizo que otros genios de la época le llenaran de elogios. Uno de ellos fue el “Rey” Pelé. “Es el mejor jugador que he visto”, repetía el brasileño.

Pero a medida que su fama y fortuna crecían, así quedaban al descubierto otras de las pasiones del norirlandés: el alcohol, las mujeres y las fiestas.

He gastado mucho dinero en mujeres, alcohol y automóviles. El resto lo he despilfarrado.
George Best
, Futbolista del Manchester United

Son célebres sus excesos y su total descaro cuando le preguntaban por ellos. En 1972 se desapareció de las prácticas del United para viajar con una reina de belleza a Marbella, España, donde llegó a declarar que se retiraba del fútbol, recién cumplidos los 26 años. “Estoy harto, a mí lo que me gusta es el sol, el mar, las mujeres rubias, las morenas y las pelirrojas. No puedo remediarlo”, le declaró al periódico Sunday Mirror, aunque una delegación de su equipo, que viajó hasta las costas españolas, lo convenció de volver para jugar.

Pero esa no fue ni la última polémica, ni la única frase que dejó para la historia. Además de sus gambetas y sus goles extraordinarios, quedaron grabados para la posteridad muchos momentos irreverentes. “En 1969 dejé las mujeres y el alcohol: fueron los peores veinte minutos de mi vida”, decía en una entrevista, dejando clara su enfermiza afición que lo llevó en picada a la muerte.

“He gastado mucho dinero en mujeres, alcohol y automóviles. El resto lo he despilfarrado”, se ufanaba el ganador del Balón de Oro en 1968.

Esta vida desordenada era como una montaña rusa delirante. Cada vez que aceleraba mermaba el estado físico del llamado “Quinto Beatle”, ya que era la época en la que brillaban los cuatro grandes de Liverpool, con quienes el crack mantenía una profunda amistad, sobre todo con John Lennon y su mujer, Yoko Ono.

Abandonó el Manchester United en 1974 y deambuló por distintos equipos de Inglaterra, Estados Unidos, Escocia y su natal Irlanda del Norte, hasta su retiro en 1984. Eso sí, en todos dejó huella con sus genialidades.

Su adiós a los terrenos de juego no lo apartó del alcohol. El “Genio de la Botella”, como lo describió el periódico español ABC, siguió de frente con su adicción. En 2002 fue sometido a un exitoso trasplante de hígado, pero tan solo un año después volvería a las andadas.

El 3 de octubre de 2005 fue internado por complicaciones en el riñón, en tanto la prensa anunciaba que no viviría mucho tiempo, según el diagnóstico de los médicos.  El 20 de noviembre el periódico británico News of the World publicó una fotografía en la que se veía a un desmejorado Best postrado en la cama del hospital, pese a lo cual se atrevió a “tirar una pared” con la afición que tanto le idolatraba: “Don't die like me” (“No te mueras como yo”), fue su última frase, antes de morir cinco días más tarde a los 59 años.

Esta es la historia de una de las grandes leyendas del fútbol mundial, ícono del balompié británico e ídolo en su querida Irlanda del Norte, un país polarizado por la eterna diferencia entre católicos y protestantes, pero que se unió para profesar una misma religión en torno a la figura del gran George Best. Para mí, simplemente Best.  

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