Leo Messi llevaba casi cinco años sin dejar que alguien más pateara un penal con él sobre la cancha. Fue contra el Zaragoza en marzo de 2010 y en esa ocasión llegó a un acuerdo con Ibrahimovic. Leo había hecho una jugada magistral que terminó en falta, pero dejó que su amigo Zlatan anotara desde los 11 metros. (Contrario a lo que se cree, el sueco y el argentino mantienen una buena relación).
El miércoles por la noche, más de alguno se quedó con la boca abierta cuando vio que Neymar tomaba la pelota para lanzar el penal. El brasileño, usualmente buen tirador, disparó a media altura y suave, fácil para Sergio Asenjo. Lo positivo que quedó es que no se armó polémica al respecto, porque la situación es simple: Neymar, otro gran amigo de Messi, pidió la oportunidad.
De haber entrado, el Barça hubiera casi sentenciado su pase a la final de la Copa del Rey. Los otros dos aspirantes, el Athletic Club y el Espanyol, empataron 1-1 en San Mamés. Ambos resultados acercan un paso más la soñada ‘final catalana’.



Hay que estar en Barcelona para entender lo que significa este derbi. El Espanyol es un equipo mucho más pequeño que el Barça, pero se lo toma con orgullo. Su afición siempre apoya, siempre grita, siempre salta. Están felices de ser la minoría, y cuando se trata de arruinar un día a los culés, la fiesta es gigante.
En el mundo no hay ningún equipo que pueda jugar la final de Copa del Rey contra el Barça con tantas ganas como lo haría el Espanyol; incluso más que el Real Madrid.
Todavía faltan los dos partidos de vuelta, pero soñar no cuesta nada.
Mientras tanto, en la casa blanca…
Hay que dejar por un lado la fiesta de Cristiano Ronaldo, que tiene tanto derecho de celebrar su cumpleaños como cualquier otro. (Solo hay que cuidarse del cantante colombiano que todo lo comparte en las redes sociales.)
El verdadero problema del Real Madrid en estos momentos se vio en el derbi: los blancos están fundidos. Cada balón largo, alto o dividido lo ganó algún jugador del Atleti. Cristiano Ronaldo tardó 61 minutos en realizar su primer remate porque no tenía la velocidad para escapar de la típica ‘jaula’ que el Cholo Simeone le aplica a él y a Leo Messi.
Sin James, Modric, Ramos, Coentrao y Khedira, Carlo Ancelotti tiene pocas opciones para que sus jugadores descansen. El partido de este fin de semana ante el Deportivo La Coruña sería una buena opción para rotar, pero hay pocas opciones en el banquillo.
Pero, como todo tiene su lado positivo, parece que llegó la oportunidad del debut de Lucas Silva. El brasileño recién fichado es ‘lo más parecido a Xabi Alonso que se ha visto’, según el reconocido periodista catalán Axel Torres. Así que, mientras se suspira por el regreso de Luka Modric, la sangre brasileña podría salvarle varios dolores de cabeza a ‘Carletto’.





