La leyenda de Vanushka, la carismática gitana Margarita Mielos, es una de las historias más conmovedoras que alberga Quetzaltenango. Su trágico amor prohibido con un joven criollo a principios del siglo XX la convirtió en un ícono de romanticismo en el altiplano guatemalteco. Descubra por qué su sepulcro en el Cementerio General de Xela atrae a cientos de personas que buscan su intercesión, manteniendo viva esta devoción popula más de cien años después.
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Quetzaltenango guarda entre sus calles y su cementerio una de las historias más conocidas del altiplano guatemalteco: la leyenda de Vanushka, una joven gitana cuyo amor imposible la llevó a la muerte y, con el paso del tiempo, a convertirse en símbolo de romanticismo y devoción popular.
Según relata el portal del Sistema de Información Cultural de Guatemala, hacia el año 1920 llegó a la ciudad un grupo de gitanos procedente de Europa. Recorrieron las tierras del altiplano ofreciendo espectáculos, artesanías y curiosidades. Su pequeño circo se instaló en un paraje conocido entonces como La Ciénaga, hoy zona 2 de Quetzaltenango.

La estrella del espectáculo era Margarita Mielos, una mujer de belleza y carácter magnético, reconocida por su talento como bailarina, domadora de animales y ocultista. Entre los suyos era llamada Vanushka, palabra de origen cíngaro que significa "mujer bonita".
Romance prohibido
Durante su estadía en Quetzaltenango, Vanushka vivió un amor prohibido con un joven criollo, hijo del gobernador local, menor que ella y perteneciente a una familia adinerada.
Su relación fue rápidamente rechazada por las diferencias sociales y culturales, además de que la gitana ya estaba casada con Antonio Mielos, otro integrante del grupo circense.
Desesperada al saber que su amado había sido enviado a Europa para separarlo de ella, Vanushka decidió envenenarse, dando fin a su vida y comenzando una historia que, más de un siglo después, sigue viva en el imaginario quetzalteco.

"Su historia es como una telenovela o una película, pero con un final dramático. No creo que haga milagros, pero su historia me encanta, porque habla del amor, de las clases sociales y de cómo la sociedad juzga a las parejas", comentó Graciela Soto, vecina de Quetzaltenango.
El sepulcro de Vanushka, elaborado con piedra, ladrillo, barro y cemento, se ubica en el Cementerio General de Quetzaltenango. Cada año, especialmente el 14 de febrero, decenas de personas llegan para dejarle flores, cartas y velas. Muchos aseguran que ella intercede por los enamorados, mientras otros le piden por salud, estabilidad económica o trabajo.

Más allá de la fe o la curiosidad, la figura de Vanushka representa una parte del pasado romántico y multicultural de Quetzaltenango. Su historia, nacida entre el dolor y la esperanza, continúa siendo uno de los relatos más visitados, contados y recordados del occidente guatemalteco.




