Nadie mejor que Antigua para hacerle partidos a Municipal en finales y lo volvió a demostrar al ganarle el juego de ida 2-0 en el estadio Pensativo, incluso jugando con un hombre menos casi todo el segundo tiempo, para encaminarse hacia un histórico bicampeonato en el futbol guatemalteco.
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A los rojos no le salió nada en la Ciudad Colonial y motivo de reflexión la decisión del técnico Mario Acevedo por mandar al banquillo al portero Braulio Linares, quien venía siendo titular, para regresar al canterano Kénderson Navarro, complíce en el tanto que selló la victoria de los aguacateros.
Para ser un duelo por la corona, quedó a deber el buen futbol, el espectáculo. Prevaleció más lo táctico, con diversidad de faltas, algunas hasta marcadas con demasiado rigor por el árbitro Stib Morales y a quien le cuajó la idea fue al equipo aguacatero, al filo del descanso.
Alexander Robinson se combinó con Óscar Castellanos, quien corrió un par de metros y mandó un centro aéreo. No alcanzó a despejar Nicolás Samayoa y César Calderón perdió la marca del argentino Juan Apaolaza, autor de un cabezazo directo a la red, en el 42.
No tuvo reacción la visita y ni siquiera cuando en el complemento los coloniales sufrieron la expulsión de José Rosales por doble amarilla, tras una apretada acción contra Pedro Altán. Acevedo hizo los cambios y metió a más atacantes, pero no fluyó la puesta en escena.
Supo replegarse y mantener el orden el cuadro antigüeño para anular los centros escarlatas y pegarles en un contragolpe, aprovechando la pifia de Navarro, porque despejó a medias y en el recentro de Héctor Prillwitz, José Mena le propinó un manotazo a Juan Osorio, juzgado penal.
Al cobro llegó Óscar Santis, se plantó ante Kénderson y lo fusiló con un remate al centro para luego celebrarle en la cara un tanto en el 79 que puso la tapa al pomo y obliga a los rojos a buscar la remontada, el próximo sábado en el estadio El Trébol, donde hace siete meses salieron campeones.





