El artesano mazateco Rony Guzmán ha demostrado que la clave del éxito en el emprendimiento es la adaptación. Tras aprender el oficio de la piñatería tradicional, modernizó su taller al introducir piñatas 2D elaboradas con cartón
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Al echar a andar un proyecto productivo y establecerlo como una significativa fuente de ingresos, los emprendedores deben estar atentos a las nuevas tendencias y demanda en el mercado.
Este ha sido el caso del artesano mazateco Rony Guzmán, quien se dedica a la elaboración de piñatas para toda ocasión y actualmente ofrece modelos en dos dimensiones, elaborados con cartón.
Desde muy pequeño, Rony aprendió lo básico sobre la piñatería, ya que su mamá trabajaba en este oficio. En ese entonces comenzó a fabricar las tradicionales, que son armadas con una estructura hecha como alambre y papel.

Ahora implementa el uso de otros materiales con los que se le pude dar un acabado distinto a la piñata, incluso personalizarlas como el cliente lo desee; según estas variaciones, así se cotizará cada modelo en su taller, situado en la zona 3 de Mazatenango.
"Este campo es muy amplio, ya que las exigencias de los niños son variadas, pues quieren que sus fiestas sean inolvidables y que todos sus invitados queden sorprendidos por las piñatas que van a presentar en el festejo", comentó Rony.

El emprendedor cuenta que para promocionar su negocio aprovecha las herramientas tecnológicas para interactuar con potenciales clientes, así como para explorar nuevas técnicas que otras personas aplican en este oficio.
"Los rostros de alegría de los niños al ver sus piñatas es lo que nos motiva cada día a seguir aprendiendo", agregó.
Aunque él aprendió lo básico como artesano en su hogar, este tipo de conocimientos también se pueden adquirir en cursos libres que son puestos a disposición de la población por instancias públicas o privadas.

Al respecto, Mabis Dubón, representante de la Oficina Municipal de la Mujer, explicó que a través de esa dependencia se han impartido talleres de piñatería, así como para la elaboración de otros artículos como arreglos florales, pasteles, entre otros alimentos.
"Para empezar un negocio con lo aprendido, las personas pueden planificar proyectos individuales o aliarse en parejas, para así poder sacarlo adelante y tener un ingreso extra para sus hogares", agregó Dubón.
El sector artesanal es vital en Guatemala, con más de un millón de artesanos, y su dinamismo se nutre de la constante capacitación. Programas de formación para el emprendimiento, como los impartidos en Mazatenango, ofrecen conocimientos para desarrollar negocios rentables.
Las capacitaciones gratuitas en oficios son una estrategia común para impulsar el autoempleo y generar ingresos extra en los hogares guatemaltecos. La Ley de Emprendimiento también busca apoyar estos pequeños negocios a través de la competitividad y la calidad.




