La Catedral San Bartolomé Mazatenango es mucho más que un emblema arquitectónico; es el corazón de la feligresía católica en Suchitepéquez. Conozca la fascinante historia del templo, que se remonta a 1645 y que ha sobrevivido a terremotos y múltiples restauraciones.
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Desde el registro del primer párroco hasta la reciente inauguración de la Puerta Jubilar 2025, esta joya arquitectónica de la Costa Sur refleja siglos de fe y evolución, siendo un patrimonio invaluable en Guatemala.
La Catedral San Bartolomé, en el corazón de la Tierra del Venado, es un emblema arquitectónico de Mazatenango, Suchitepéquez, y de gran valor para la feligresía católica de la costa sur.
Los primeros registros que se tienen de la labor evangelizadora en este territorio se encuentran en libros de bautizos que datan de 1645, creados por sacerdotes coadjuntos; en ese entonces, la localidad no contaba con párrocos. Hasta 1693, se registró a Baltasar Arteaga y Carranza como el primer párroco de Mazatenango.
Posteriormente, los padres redentoristas duraron 31 años de labores, llegando desde 1952 y permaneciendo hasta 1983, según lo relatado en el libro Mi peregrinar por esta parroquia, del Monseñor Andrés Martínez.
La edificación del templo surgió en 1820, cuando se organizó un grupo para dicha tarea; en 1836 se suscribió un acta que indicaba el inicio de la obra, pero fue hasta 1841 cuando se fortalecieron las paredes y se levantó el techo.
En 1878, un terremoto destruyó las instalaciones y a finales de 1885 se emprendió la reconstrucción que fue terminada e inaugurada hasta el 23 de agosto de 1890, por el vicario general de Suchitepéquez, Rafael Coronado. Según datos del libro Conocimientos eclesiásticos parroquiales, de Coronado.
A partir de 1966, se realizaron distintas modificaciones y restauraciones, debido al deterioro que comenzó a presentar en su infraestructura. Ese año se instaló techo de metal y se renovó el pequeño retablo de madera en el altar, se cambió por completo la fachada con puertas de hierro y las imágenes se colocaron en nichos cavados dentro de los gruesos muros.
En 1986 se renovó el presbiterio y se hizo un pequeño retablo poniendo el Sagrario en el centro. En 2004, artesanos de La Antigua Guatemala, elaboraron el retablo mayor con madera de cedro.
El último de los cambios significativos fue la inauguración de la puerta jubilar, el 2 de febrero de 2025, cuando se sustituyó la puerta de metal por una de madera con un diseño conmemorativo del año jubilar.



