Bajo la dictadura de Kim Jong-un, Corea del Norte es un país oficialmente ateo que progresivamente registra un número creciente de devotos clandestinos, en una población de más de 25 millones de personas.
De acuerdo a Open Doors, la organización sin fines de lucro que apoya a cristianos oprimidos alrededor del mundo, Corea del Norte encabeza la lista de los diez países donde los cristianos sufre mayor persecución.
Debido a esto, un grupo de misioneros, organizaciones no gubernamentales y activistas políticos han implementado formas de infiltrar textos sagrados. Aunque estos son "permitidos" de acuerdo al artículo 12 de la constitución del país, resultan ser peligrosos dentro de la opresiva dictadura de Kim.
El "globo bíblico" es el método más creativo que es utilizado desde la década de los años noventa. La Biblia, escrita en coreano, es enviada en las noches de poco viento y cielo oscuro. Cientos de globos llenos con helio emprenden su viaje desde varios puntos de Corea del Sur y cruzan las herméticas fronteras del país.
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Otro método de contrabando lo utilizan a través de pen drives (dispositivos de almacenamiento muy pequeños que contienen una memoria).
El pastor estadounidense, director ejecutivo y cofundador de "Vóces de los mártires" de Corea, Erick Foley, hace envíos periódicos de globos con un diámetro de hasta 12 metros llenos de Biblias y un dispositivo GPS para coordinar su caída en zonas rurales.
Además, Vernon Brewer, fundador y presidente de la organización cristiana "Ayuda Mundial", los métodos de contrabando en Corea del Norte deben ser continuamente reinventados.
La razón fundamental por la cual Corea del Norte se opone a la religión cristiana por su incompatibilidad con la filosofía Juche, la ideología oficial del país que la dinastía Kim utiliza para justificar su dictadura y la herencia del poder.
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*Con información de: infobae
