Principales Indicadores Económicos

Economía de Guatemala mantiene estabilidad, pero requiere activar inversión

  • Por Byron Dardón
02 de julio de 2025, 05:00
Guatemala ha logrado mantener un crecimiento económico equilibrado durante este 2025. Pese a los factores internacionales y locales, las proyecciones siguen siendo favorables. (Foto: Shutterstock)

Guatemala ha logrado mantener un crecimiento económico equilibrado durante este 2025. Pese a los factores internacionales y locales, las proyecciones siguen siendo favorables. (Foto: Shutterstock)

La economía nacional llega al segundo semestre de 2025 con una perspectiva positiva, pese al entorno internacional complejo, aunque analistas privados urgen la necesidad de poner atención a la inversión pública, así como a la urgencia de mejorar la infraestructura en general para asegurar la competitividad.

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Tanto el Banco de Guatemala, como el Fondo Monetario Internacional y analistas privados confirman que el país sigue con indicadores favorables y que el balance macroeconómico a junio de 2025 es positivo, reflejo de un crecimiento económico sostenido, una inflación controlada y la implementación de políticas macroeconómicas prudentes.

No obstante, los analistas consultados comentan que más allá de los indicadores macroeconómicos, el reto será convertir esa estabilidad en base para alcanzar el desarrollo sostenible, en donde la inversión pública deberá apalancar a la privada con la visión de impulsar la competitividad y seguir posicionando al país como un destino ideal para el nearshoring.

En su más reciente informe, divulgado al final de la misión al país, como parte de las consultas periódicas dentro del marco del Artículo IV del Convenio Constitutivo del FMI, los técnicos de la institución indicaron que "la gestión macroeconómica prudente ha respaldado la resiliencia de Guatemala, lo que ha permitido mantener una inflación baja, unos colchones de política sólidos y un superávit sostenido en la balanza de cuenta corriente. Ante el aumento de la incertidumbre externa y los crecientes riesgos, se puede lograr un crecimiento más sólido e inclusivo y la reducción de la pobreza, acelerando la implementación de reformas y mejorando la coordinación de políticas".

El informe también hace referencia que para elevar la inversión privada desde los bajos niveles actuales se requieren insumos públicos complementarios—infraestructura, mano de obra capacitada y saludable, seguridad—que solo pueden proporcionarse adecuadamente aumentando simultáneamente el gasto público y mejorando su calidad.

Asimismo, indica que para mejorar la calidad y eficiencia del gasto es necesario reforzar la formulación, focalización, ejecución y control del presupuesto, acompañada de una rápida implementación de la agenda anticorrupción, aunque se reconocen los esfuerzos de las autoridades en esta área.

Una economía resiliente

A pesar de los crecientes riesgos y de los desafíos internos, en opinión de los técnicos del FMI, la economía guatemalteca sigue siendo resiliente. Como ya se mencionó, el PIB real creció 3.7% en 2024, impulsado por un fuerte consumo privado.

Por otro lado, la inflación cayó al 1.7% en mayo de 2025, mientras que los precios de los bienes de consumo y los servicios se mantuvieron cerca de 4%, por lo que las expectativas de inflación están consolidadas.
Otro aspecto positivo es que la deuda pública se mantiene baja—por debajo del 27% del PIB—y Guatemala se encuentra ahora solo un escalón por debajo del grado de inversión. En adición, el Banguat mantuvo su tasa de política monetaria sin cambios en 4.5%, luego de la reducción de 25 puntos básicos en noviembre de 2024.

Más allá del 2025, se prevé que el PIB superará ligeramente el 3.5%, aunque una aceleración en la ejecución de la infraestructura pública y de las reformas estructurales podría impulsar tanto el crecimiento actual como el crecimiento de los próximos años. Se prevé que la inflación se dirigirá gradualmente hacia la meta de la política monetaria y que el déficit fiscal se mantendrá elevado en términos históricos, ligeramente por debajo del 3% del PIB.

Las fortalezas

Por su parte, el Banco de Guatemala resaltó las fortalezas de la economía de Guatemala como la macro estabilidad, un entorno bajo de inflación, la trayectoria de la disciplina fiscal, la "sólida" posición externa respaldada por los altos niveles de reservas internacionales, así como el régimen cambiario flexible que tiene el país.

Según indicó Alvaro González Ricci, presidente de la institución, pese a lo positivo que se pinta la situación, Guatemala no está exenta de amenazas que podrían incidir en su desempeño en lo que resta de 2025. Según los técnicos de la banca central, en el ámbito externo, los principales riesgos se asocian a la persistente incertidumbre internacional, las políticas proteccionistas y la escalada de las tensiones geopolíticas, factores que podrían traducirse en restricciones al comercio exterior; volatilidad en los precios de materias primas relevantes, particularmente el petróleo y sus derivados.

Agregó que persisten las presiones inflacionarias adicionales, una menor demanda externa de los principales socios comerciales, en especial de los Estados Unidos, así como condiciones de financiamiento externo restrictivas. Además, se mantiene la amenaza de la aprobación del impuesto al envío de remesas familiares, que provocaría una baja del ingreso de divisas al país y afectaría el consumo privado, aunque dicho efecto se considera que sería relativamente bajo.

Aprovechar ventajas comparativas

Ante el actual contexto económico internacional, González Ricci recomendó capitalizar el historial de estabilidad y resiliencia macroeconómica, junto a otras ventajas relacionadas con su ubicación geográfica privilegiada, riqueza en recursos y amplia población joven, para atraer más inversión extranjera, aprovechando así la creciente tendencia a la relocalización estratégica de la producción hacia países más cercanos (nearshoring) o hacia países aliados (friendshoring).

Al amparo del sector privado y la prudencia institucional

En opinión de Olav Dirkmaat, profesor de la Escuela de Negocios de la Universidad Francisco Marroquín, la estabilidad de la economía de Guatemala no es fortuita. "Pero digámoslo claro: no es gracias al gobierno actual, sino a pesar de él. El país avanza por la fuerza del sector privado y la prudencia institucional acumulada. El gobierno actual, más bien, representa un riesgo creciente para esa estabilidad", afirma el académico.

El economista agrega que el país enfrenta un déficit fiscal y gasto público crecientes, "una completa falta de respuesta a la crisis de infraestructura vial, portuaria y aeroportuaria, y una hostilidad a la iniciativa privada. El año pasado, Guatemala atrajo únicamente US$20 millones en nuevos proyectos de inversión extranjera, menos de Q10 por guatemalteco. Todo esto puede empezar a pasar factura, pero todavía no en el 2025", afirmó.
Desde su perspectiva, dicha estabilidad se mantiene gracias a la estabilidad macroeconómica, el sector privado "que produce riqueza a pesar del Estado" y las remesas que mantienen el consumo al "flote". Sin embargo, Dirkmaat dejó de entrever que dichas fortalezas están en riesgo, especialmente las remesas.

Al igual que el Banguat, el analista cree que ante la amenaza arancelaria de Estados Unidos, se abre una ventana de oportunidad para que Guatemala, de forma unilateral, se comprometa con bajar las barreras a la importación desde EE.UU., tanto los aranceles como las barreras regulatorias.

Inversión pública paralizada

Dirkmaat criticó la falta de inversión pública. "... está paralizada, no por falta de recursos, sino por incapacidad de ejecución y miedo a firmar. Si esta inversión pública se reemplazara con inversión privada, como se hace ahora en Argentina, no sería necesariamente malo. Pero en Guatemala, el gobierno no lo permite" dijo. Agregó que la infraestructura está en crisis; las calles, carreteras, puertos y aeropuertos están cada vez peor, no mejor.
En cuanto al clima de negocios, indicó que está deteriorado.

"El gobierno se opone a la minería, el petróleo y el aceite de palma, para dar solo unos ejemplos, en la poca industria que existe. Subió el salario mínimo un 10% sin consideración alguna por la productividad. Es adverso a la inversión privada en infraestructura. El crimen organizado y las extorsiones son peores, no mejores. En definitiva, el clima de negocios se ha deteriorado. Si no revertimos a tiempo, vamos a pagar el precio en crecimiento, empleo y oportunidades, incluso en gobiernos siguientes" concluyó Dirkmaat.

Por su parte, Álvaro Castro, Director de Análisis de la calificadora regional Pacific Credit Rating (PCR), coincide con los anteriores comentarios sobre que el país tiene expectativas positivas de crecimiento y estabilidad.
En cuanto a amenazas, el economista resalta que las tensiones como las de Oriente Medio podrían disparar la volatilidad de commodities (petróleo, granos) y presionar al alza los costos de importación, lo cual impactaría precios internos y la inflación real.

Al igual que Dirkmaat, resaltó que el país tiene una brecha por cerrar en cuanto a modernidad de puertos, aduanas y red vial. De mejorarse, se impulsará la competitividad exportadora y podría aumentar el atractivo de inversiones de largo plazo.

Crecimiento del PIB:

2020 - 1.8%
2021 - 8.0%
2022 - 4.2%
2023 - 3.5%
2024 - 3.7%
2025 - 3.8%

Fuente: Banguat.

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