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El niño que nos dió una lección de vida en el Maracaná

  • Por Soy502
16 de junio de 2014, 00:20
Agustín fue a Brasil por un sueño y regresó con eso y ¡más!. (Foto: Facebook)

Agustín fue a Brasil por un sueño y regresó con eso y ¡más!. (Foto: Facebook)

Un niño guatemalteco, Agustín Illescas, de 6 años, estremeció las redes sociales este domingo cuando en un arrebato de audacia, rompió la fila y el protocolo en un partido del Mundial y salió corriendo para estrechar la mano de la estrella de la Selección argentina, Lionel Messi.

Agustín era parte del grupo de 20 niños ganadores de una promoción de MacDonald´s que les obsequió un viaje soñado a Brasil, para salir a la cancha del Maracaná, de la mano de los jugadores del encuentro Argentina-Bosnia disputado este domingo 15 de junio en Brasil. 

Mientras esperaban en los interiores del estadio, Agustín, el más pequeñito del grupo, esperaba pacientemente. Le había tocado en suerte salir con el capitán del equipo bosnio pero ya en el recinto, al ver que se acercaba el capitán argentino, no pudo contenerse y echó carrera para saludar a la máxima estrella no sólo de este partido, sino probablemente de toda la Copa del Mundo. El 10 argentino, Messi, se disponía a saludar a los árbitros del partido, y no vio al pequeño o no supo qué hacer. El caso es que no le dio la mano a Agustín y alguien captó el momento en video.

En cuestión de minutos, el Vine irrumpió en las redes sociales, generando miles de comentarios negativos para el astro del fútbol y provocando titulares en medios internacionales.

Messi le tocó recibir un aluvión de críticas. Las redes son implacables y reclamaban un saludo para el pequeño. Yo no me voy a sumar a esa avalancha...¿acaso sé yo qué pasa por la cabeza de Messi?

Es mucho más productivo que reparemos en el gesto del pequeño Agustín. Él hizo, con el candor y la naturalidad de los niños, lo que todos deberíamos hacer: luchar hasta el último momento por alcanzar nuestros sueños, corrernos el riesgo, ser valientes. Reconocer la oportunidad única, la irremplazable, la que no se presentará de nuevo e ir a por ella con todo, para atraparla al vuelo. 

La oportunidad, desde luego, también era para la estrella argentina y él no supo cómo patear esa bola. Agustín vio la rendija y puso todo de su parte para que la magia ocurriera.

Caso diferente fue el del delantero brasileño, Neymar, quien tuvo una posibilidad similar hace poco, cuando un niñito saltó a la cancha al culminar un partido amistoso en Johannesburgo. La policía intentó detener al pequeño, pero el jugador, quien había anotado un triplete en el encuentro, lo impidió y celebró con el chiquito, a quien mantearon como héroe los miembros de la selección de Brasil. Las imágenes del rostro de felicidad de ese niño, mientras era llevado en hombros por el equipo, le dieron la vuelta al mundo. Para Neymar, fue publicidad espontánea, esa que vale más que el oro puro.

Según el papá de Agustín, el pequeño no se inmutó. No hubo lágrimas ni lamentos. Le dió la mano al capitán bosnio y salió tan fresco y agradecido a la cancha del Maracaná a aplaudir el partido.

Cuando en Soy502 comenzamos a seguir a este chiquito en su aventura mundialista, pensamos que relataríamos la culminación de un sueño infantil. Pero la valentía de Agustín nos dió mucho más que eso: nos recordó la importancia de ir por lo que buscamos, de escuchar nuestro instinto, de atrevernos. De esa fibra están hechos los campeones y esa...esa es una lección de vida

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