Olivia Harlow pasó de estar totalmente sana y preparada para recibir a su segundo hijo a tener dolores de cabeza, perder la vista y morir en 26 días.
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La joven madre de 25 años, de Australia, tenía 32 semanas de embarazo de su segunda hija, cuando comenzó con problemas de la vista. Al acudir al hospital, los médicos le hicieron una exploración segura para el embarazo y luego la enviaron a casa; sin embargo, empeoró. Esto ocurrió tras buscar en varias ocasiones ayuda médica.
Sus síntomas iniciaron con serios dolores de cabeza y a las 37 semanas su bebé murió en el vientre. Luego, sus dolores de cabeza y la visión borrosa seguían, hasta que días después su pareja, Ryan Stephenson, la encontró inconsciente en el suelo.
Al ser trasladada al hospital y luego de unas pruebas, descubrieron varias masas en el cerebro y pulmones, según dijo su cuñada Stefanie Harlow, de 32 años, de North Queensland, Australia, al medio "Today". Las dos masas encontradas en el cerebro tenían el tamaño de pelotas de golf.
"Tenía una gran masa en la parte posterior de la cabeza que le hizo dejar de respirar, de ahí su estado de inconsciencia. La gran masa también se había roto", dijo.
Liv presentó muerte cerebral y la pérdida fue inevitable. "Los médicos no podían explicar por qué en 26 días no tenía nada en la tomografía original y luego, en la segunda tomografía, tenía tantas de estas masas; dijeron que nunca habían visto nada igual", agregó Harlow.
Dolores de cabeza y visión borrosa al término del embarazo
Tras sufrir problemas de visión, Liv fue advertida por un embarazo de "alto riesgo", ya que creyeron que se podría tratar de un signo temprano de un derrame cerebral.
A las 34 semanas pasó por una "exploración segura para el embarazo" de la cabeza y el cerebro y no se le detectó nada anormal, así que regresó a casa.
18 días después la bebé dejó de moverse; había muerto a las 37 semanas. Tras este duro episodio, Harlow se sometió a algunos exámenes posnatales de seguimiento y fue dada de alta, pero no se sentía bien. "Seguía sufriendo estos intensos dolores de cabeza y visión borrosa", describió su cuñada.
Hasta el momento se desconoce el porqué de la aparición de las masas en la cabeza de Liv y si estas fueron las causantes de su muerte. El forense afirmó que estudiará el cerebro de la joven para realizar más pruebas; sin embargo, el resultado estará en unos dos años.
"Tenemos que esperar esas respuestas, porque no sabemos qué eran ni qué las causó", dijo Stefanie Harlow, quien agregó que desean alentar a otras personas a defender su salud ante los médicos si no se sienten bien.
"...Tengan el coraje de presionar más para que se realicen más pruebas. Solo espero que todas las personas que se presenten en un hospital conociendo sus propios cuerpos y sintiendo que algo no está bien tengan el coraje de hablar y quieran que se haga más por ellas", expresó.
Acerca de Liv
Harlow creció en un pequeño pueblo rural y disfrutaba compitiendo en eventos ecuestres con su caballo. Siempre fue buena alumna y soñaba con ser abogada. Trabajó como institutriz en estaciones de ganado en el oeste de la ciudad australiana de Queensland y conoció a Stephenson. Tras dar a luz a su primera hija, Evaliah, en abril de 2020, Liv se convirtió en ama de casa. También amaba los deportes.