Un gato grande y gordo atrapa a una pequeña ardilla y la lleva en el hocico dispuesto a comérsela, pero en un descuido ésta logra liberarse y en medio del enojo le da un par de bofetadas al mínino que intenta comérsela.
La pereza del felino es inminente, quien recibe los golpes y deja huir al pequeño roedor.
Las imágenes se viralizan en redes sociales causando gracia a los usuarios, quienes debaten entre el poder de ambos animales.




