El florecimiento de jacaranda es muy común en esta época, pero pocos conocen las increíbles propiedades que esta planta tiene para la salud del ser humano.
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Ya estamos en la época en que los espacios verdes poco a poco se llenan de vida con el intenso color púrpura que distingue a los árboles de jacaranda.
En Guatemala, para muchas personas el florecer de esta planta marca los días previos al inicio de la Cuaresma, que combina con el color morado de los cortejos procesionales.
Pero algo que muy pocos conocen es la diversidad de propiedades beneficiosas que la jacaranda brinda a los humanos, más allá de las ornamentales.

La jacaranda es utilizada en muchas comunidades por sus beneficios para tratar distintas afecciones.
Por ejemplo, se ha demostrado que beber la flor de jacaranda provoca un efecto de sudoración en el organismo de los humanos, ayudando a liberar toxinas y estimulando el sistema inmunológico.
El árbol de jacaranda también se emplea para tratar problemas de la piel como el acné y complicaciones por venas varicosas, gracias a las propiedades antisépticas que posee.
El consumo de la jacaranda tiene una función semejante al jengibre. En caso de afecciones respiratorias como dolor de garganta, es recomendable hacer gárgaras del líquido.
No cabe duda que más que su belleza, las jacarandas pueden ser aprovechadas de distintas formas para mejorar nuestra salud.
*Con información de Enséñame de Ciencia




