El juicio contra el primer exguerrillero acusado de una masacre de indígenas durante la guerra civil en Guatemala (1960-1996) concluyó este viernes, en donde se emitió una sentencia de 90 años a Fermín Solano, quien se había declarado inocente y había pedido su libertad.
El debate oral y público fue cerrado a las 13:00 horas por lo que el tribunal pasó a deliberar en sesión secreta. El juez a cargo del proceso fue Walter Jiménez que concluyó la audiencia en el tribunal de la ciudad de Chimaltenango, 60 km al oeste de la capital guatemalteca.
Jiménez, presidente del Tribunal de Sentencia de Chimaltenango, convocó a las partes a las 15 horas en donde emitió el fallo.
Previo a la conclusión del juicio, el exguerrillero Fermín Solano, alías 'David', se declaró inocente.
El acusado estaba sereno y vestía un suéter y pantalón gris y camisa blanca, además tenía una botella de agua en las manos, las cuales estaban con grilletes.
Solano es acusado de la masacre de 22 indígenas ocurrida entre el 22 y 25 de noviembre de 1988 en la aldea El Aguacate, municipio de San Andrés Itzapa, 60 km al oeste de la capital.
"En ningún momento tuve el uso de armas en mis manos, nunca manejé situaciones de poder, no estuve implicado en situaciones que violentaran la vida humana", agregó, en una pequeña sala donde acudieron algunos familiares del sindicado.
Según la acusación, Solano dirigía a un grupo de 10 guerrilleros que estranguló y asesinó a 22 indígenas tras acusarlos de colaborar con el Ejército.
